El manejo es a banda semanal con monta natural en un ciclo de 11 días post parto en una instalación que tiene más de 30 años basada en los sistemas “open air” que funcionaron durante muchos años en el siglo pasado. es una sola nave donde a un lado se encuentra la maternidad y en el otro el cebo.
El funcionamiento de la granja era correcto con unos parámetros de mortalidad relativamente bajos hasta que, por el golpe de calor de mediados de mayo, hay un aumento de problemas en la aceptación de macho y de partos, donde algunas conejas sufren partos problemáticos.
Los primeros casos de mortalidad aparecen cerca del sistema de nebulización
Se procede a limpiar de cal todas las boquillas de nebulización y se pone en marcha el sistema para disminuir la temperatura ambiental de la instalación, que se realiza en dos fases según las operaciones de limpieza.
A los dos días aparecen algunas conejas muertas sin causa evidente. a los 4 días la mortalidad alcanza las 12 reproductoras y 3 machos, hasta ese momento no se había encontrado ninguno.
Los primeros casos se encuentran en la zona donde el sistema de nebulización se puso en marcha antes. Dos días después aparecen el resto de casos en maternidad.
En la necropsia se evidencia que los animales tienen focos hemorrágicos en pulmón y riñones, ictericia y esplenomegalia, así como un hígado friable y niveles habituales de grasa la zona renal, todo ellos compatibles con un proceso de enfermedad vírica hemorrágica del conejo.
Se procede a vacunar con la vacuna variante y el proceso se controla a los 7 días post vacunación sin apenas afectación en lactantes y ningún caso en engorde, donde no se puso en marcha el sistema de nebulización.
Todos los indicios parecen indicar que el virus quedó acantonado en las tuberías, nebulizadores o zonas adyacentes y al ponerlos en marcha hicieron un efecto de dispersión del virus por la nave.
ES MUY IMPORTANTE: desinfectar los sistemas de refrigeración, los cuales llevan varios meses inactivos, antes de volver a utilizarlos
Por ello se recalcó la necesidad de proceder a la desinfección de los sistemas de refrigeración, en este caso los nebulizadores y tuberías, antes de su utilización al haber transcurrido muchos meses sin uso.
La granja ya había tenido un episodio de la enfermedad en otoño, momento en el que seguramente se podría haber contaminado el sistema y que ha permanecido el virus latente hasta su puesta en marcha.