Los riesgos de la plaga de conejos que actualmente están anunciandose en muchos medios de comunicación pueden ser muy importantes para nuestra ganadería.
Este aumento de la población cunícola silvestre comporta un riesgo importante a corto y medio plazo por el aumento de enfermedades víricas que comportará, en concreto la mixomatosis y la RHD en la población silvestre.
Por ello hay que tener en cuenta que las pautas vacunales deben estar al día y las medidas de bioseguridad deben maximizarse con vistas a intentar detener la entrada de ambos virus al interior de nuestras instalaciones.
Los animales silvestres enfermos tienden a buscar la compañía de sus congéneres, lo que resulta en un aumento de animales enfermos alrededor de nuestras instalaciones con el riesgo que conlleva en la propagación del virus hacia los animales que se encuentran en el interior de la instalación.
Es necesario supervisar la valla perimetral pasa asegurar que no se encuentran discontinuidades ni roturas ni agujeros por donde puedan acceder al interior así como eliminar toda la vegetación descontrolada en el interior de la zona vallada para que no encuentren refugio ni los conejos silvestres ni los roedores que pudieran ejercer de vehículos de transmisión de los virus.
Los paneles refrigeradores y entradas de aire deben desinfectarse a conciencia del mismo modo para minimizar la entrada del virus por esas vías así como revisar que no hayan entradas en las ventanas o cumbreras por donde puedan entrar pájaros.
A pesar de que varios medios declaran que pueden proliferar enfermedades que afecten incluso a humanos debido a las garrapatas que según ellos infestan al conejo silvestre y que provienen de aves migratorias del Africa infectando a los conejos en los humedales., no es una situación demasiado factible, pues está lleno de desajustes en la interelación que justifican (por no decir otra palabra).
De hecho ya dicen que hay casos de agricultores y senderistas que han tenido que ser hospitalizados por picaduras de estas garrapatas, sin embargo la sensación es de «mezcla todo, agita y tira millas» que nadie lee y piensa si tiene sentido.
Realmente son las pulgas lo que más frecuentemente se puede encontrar en los conejos silvestres y ello comporta más un riesgo para los propios conejos conejos silvestres que otra cosa.