estas actuaciones, normalmente aplicadas en el pienso compuesto, pretenden evitar el desarrollo de brotes graves de los procesos patológicos más frecuentes en cunicultura.
De esta forma la terapia más característica aplicada en el pienso viene a estar compuesta por tres principios activos:
1. Encaminado al control de la enteropatía epizoótica del conejo (EEC o Enterocolitis) en el que normalmente se administra Valnemulina, Tiamulina o Bacitracina de Zinc.
2. Un segundo grupo destinado por un lado a potenciar el efecto de los quimioterápicos del primer grupo y por otro a controlar los problemas de tipo respiratorio que normalmente afectan al conejo, estando este grupo formado por el grupo de las Tetraciclinas (normalmente empleadas Doxiciclina, Oxi y Clortetraciclina) .
3. Por último como tercer grupo se emplea una serie de antibióticos encaminados normalmente al control de gérmenes Gram negativos que afectan al aparato digestivo (Escherichia coli, Salmonella) como son los Aminoglucósidos (Neomicina y Apramicina) o los Polipeptídicos (Colistina). estas terapias son bastante limitadas en número de principios activos, dado el limitado grupo de productos registrado para su empleo en pienso.
Incluso en muchas ocasiones da la sensación de que el técnico veterinario de la explotación y el propio ganadero juegan a la “ruleta rusa con los animales”. algunos aplican las terapias sin ninguna pretensión más allá de resolver el problema puntual que aparece, con ausencia de una interpretación etiológica o causal y sin la más mínima contrastación laboratorial.
En algunas ocasiones puede dar la impresión de ir aplicando un antibiótico tras otro, a la espera de que suene la flauta y se corte el problema. estas actuaciones medicamentosas indiscriminadas tengámoslo claro, tienen los días contados.
Si no se modifican los plazos en teoría, el Uno de enero de 2017 -tal y como ya ha ocurrido en otros países como Francia e Italia- sólo estará autorizado el uso de una sola premezcla antibiótica por pienso. en ese momento, no quedará más remedio que elegir -de entre esos tres grupos de productos que actualmente se incluyen en el pienso compuesto-, cuál queremos emplear.
Incluso la situación se puede complicar todavía más. Si finalmente los coccidiostáticos pasan de la categoría de aditivos a medicamentos, la elección en este caso sería todavía más compleja, dado que si se empleara el coccidiostático -en muchos casos esencial- no se podría utilizar ningún otro quimioterápico en ese mismo pienso compuesto.
Llegados a este punto, y si tenemos un horizonte marcado, será necesario reconsiderar todas las pautas actuales y buscar todas aquellas nuevas opciones no terapéuticas que pudieran mejorar la sanidad de las explotaciones
Muchas opciones en forma de aditivos no medicamentosos -normalmente acidificantes y aceites esenciales como los más importantespara el pienso existen ya en el mercado, pero su generalización en el empleo no se ha dado por el momento.
La explicación de lo anterior, es sencilla por un triple motivo:
- Estos productos en muchos casos no alcanzan la eficacia de un antibiótico
- obligan a un trabajo complementario de manejo por parte del cunicultor
- en ocasiones pueden tener un coste superior a un tratamiento antibiótico.
Pero, no cabe duda de que su empleo se extenderá cuando no existan otras opciones terapéuticas, pero de momento hay una fuerte resistencia al uso de los mismos.
Autovacunas
La autovacuna es un producto inmunitario, encaminado al control de una o varias enfermedades infecciosas de una explotación. por lo tanto no se trata de un producto antibiótico. Para su elaboración se emplean los propios gérmenes aislados de la granja. con ello, aumentamos la especificidad y por lo tanto, obtenemos una mayor eficacia frente a una vacuna comercial.
Las autovacunas se pueden hacer de bacterias, hongos o incluso parásitos, pero no de virus.
Hoy en día son comunes las autovacunas realizadas a partir de gérmenes digestivos, entre los que cabe destacar E. coli y Salmonella. Éstas nos permiten rebajar la presión digestiva sobre los animales siendo un importante apoyo en la supresión de ese tercer grupo de antibióticos actualmente empleados en pienso (Neomicina, Apramicina y Colistina).
También se emplean con frecuencia autovacunas destinadas a controlar las patologías respiratorias. sin embargo, en este caso la variabilidad es mayor dada la variación antigénica y la diversidad de gérmenes que pueden afectar, a nivel respiratorio, sobre los animales.
Estas vacunas de tipo respiratorio necesitan ineludiblemente la mejora en las condiciones de producción de una granja, especialmente en cuanto a las condiciones ambientales y de confort se refiere, si queremos alcanzar una correcta eficacia con este tipo de productos.
De esta forma, y en situaciones óptimas, podemos alcanzar una importante reducción de los antibióticos empleados en pienso, llegando a situarnos legalmente dentro de la futura legislación, con el empleo de una sola premezcla por pienso.ç
Medidas higiénicosanitarias en granja
Aunque hablemos ahora en último lugar de las medidas higiosanitarias a aplicar en granja, no por ello son las menos importantes. incluso, son la llave necesaria para el correcto funcionamiento de todas las posibilidades de actuación de las que hemos hablado antes.
Además y de forma contradictoria, son las medidas que no suponen ningún coste a largo plazo para las explotaciones y sin embargo son las más difíciles de poner en marcha por parte del ganadero.
Estas medidas podemos resumirlas en la necesidad de alcanzar un óptimo de confort de los animales durante su producción, especialmente durante el periodo de cebo. Con un confort adecuado optimizamos el crecimiento, morbilidad y mortalidad de los animales de esta forma no se generan situaciones de inmunodepresión ni de stress crónico que desencadenan fuertes patologías.
Un estudio de las condiciones óptimas debe incluir numerosos parámetros a controlar, y debemos reflexionar sobre ello en un trabajo específico.
Puntos a tener en cuenta en un estudio de condiciones óptimas:
- La densidad de animales en la granja
- Las condiciones ambientales en cuanto a velocidad del aire sobre ellos
- Temperatura óptima y mantenimiento de gases nocivos dentro de unos límites correctos
- Aporte de agua en el que no exista ningún parámetro que pueda afectar a la integridad digestiva de los animales
Las medidas higiénicas y de desinfección de las instalaciones son esenciales para contribuir al mantenimiento de unos niveles reducidos de patógenos en la explotación
Difícilmente obtendremos una alta eficacia en este sistema alternativo de producción con menos antibióticos si tan solo ponemos en marcha una actuación parcial, y no un programa completo.
Por ello es necesario instaurar el paquete completo de medidas, y además debemos tener en cuenta que supondrán un mayor esfuerzo y trabajo por parte de todos, pero especialmente de los ganaderos. No existe otra solución de futuro y no podemos ir contra corriente de lo que las nuevas normativas nos obligarán.