Bioseguridad Patología

Categorización de antibióticos de uso veterinario

Escrito por F. Xavier Mora

El uso de antimicrobianos en las instalaciones vienen condicionados por la Categorización de antibióticos de uso veterinario según la AEMPS y siguiendo el criterio de la Unión Europea

El PRAN (Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en su informe anual ha publicado una guía muy clara de la Categorización de los antibióticos de uso veterinario.

Debido a las frecuentes consultas que se reciben y para dar una información lo más clara posible reproducimos un extracto de la documentación en donde se puede ver concretamente las diferentes categorías donde se ubican los antibióticos.

Resaltar que no es por el momento una cuestión legislativa, sino de un plan que el gobierno de España a través del Ministerio de Sanidad ha elaborado para reducir la alarmante situación de resistencias detectadas en bacterias, que afecta a la sanidad animal y, sobretodo por lo preocupante que es, la sanidad humana.

 

La vieja categorización en grupos 1, 2, 3 y 4 queda obsoleta y se deben utilizar i aconsejar siguiendo esta nueva categorización encuadrada en Categorías A, B, C, D.

No es únicamente un cambio de sistema de numeración, sino una reubicación según se están elaborando las contingencias en sanidad humana y no es una cuestión meramente Española, sino de toda la Unión Europea y que está empezando a mover tendencias en otros países fuera de las fronteras europeas

Posiblemente sigan habiendo cambios con el tiempo según aparezcan nuevas moléculas o se reubiquen algunas de ellas siempre siguiendo las directrices europeas y priorizando siempre, nos guste o no a la sanidad veterinaria, la sanidad humana.

Los motivos del programa de Uso Racional de Antibióticos están fundamentados en el abuso de ellos, tanto en sanidad humana, como en sanidad veterinaria.

En nuestro caso se debe hacer una amplia reconsideración acerca de los errores que se han cometido en sanidad veterinaria, donde no hace mucho tiempo, cualquier error de manejo o instalación se solucionaba vía tratamiento antibiótico.

Señalar que:

  • Actualmente la situación se está revertiendo a marchas aceleradas y hemos de considerar que la relación veterinario-granjero debe entrar en una etapa de colaboración aún más estrecha.
  • Hasta el momento la relación veterinario-granjero se realizaba fundamentalmente cuando aparecía un proceso patológico y era necesario realizar una actuación veterinaria al estilo más simple: diagnosticar un problema sanitario y ofrecer un tratamiento adecuado para solucionarlo.
  • Esta dinámica tiene una fecha de caducidad no muy lejana, ya que el tratamiento adecuado para solucionar un problema entrará en una dinámica en la cual será necesario detectar la causa que provoca el problema sanitario y corregirlo para evitar que vuelva a suceder.

 

Con toda probabilidad no parece que el camino a seguir en España y en general al resto de Europa sean las cuotas de antibióticos, sistema que han instaurado en algún país europeoe n los cuales y, dependiendo de la especie animal y cantidad de animales, se tienen unas cuotas totales de kg de antibiótico a consumir máximos por año.

No es tan sencillo, pero se entiende la idea. Si yo tengo una granja con 1000 conejas reproductoras puedo consumir 20 kg de antibiótico total al año, por decir algo. Entonces si tengo 2000 conejas reproductoras tengo una cuota de 40 kg de antibióticos al año.

Cuando una instalación a consumido su cuota anual, tiene cerrado el grifo y no se le puede suministrar más antibióticos.

Para conseguirlos debe hacer una petición justificada y se le autorizarán, previo pago y no precisamente a precio de risa, de un incremento de la cuota anual

Este sistema tiene evidentemente defectos, ya que además de tener problemas sanitarios que destrozan la economía de la instalación y supone un incremento de costes por el uso de antibióticos, encima hay que pagar una cuota extra para poder medicar y evitar que se mueran, como si pudiéramos hacer lo contrario.

El camino que ha escogido el gobierno de España y por extensión la AEMPS, es mucho más factible y flexible. Si tienes necesidad de medicar hazlo, tanto como sea necesario, pero nunca si no es imprescindible.

Es un sistema más lógico y que permite con el tiempo actuar en conciencia sobre las diferentes patologías y dando tiempo para detectar las causas y arreglarlas.

Quizás necesite más pedagogía a nivel de campo que es donde no llega este mensaje del PRAN adecuadamente y, sobretodo, a las especies que denominan menores.

La cunicultura está en este grupo de especies menores, que aparentemente no parece que nos aprieten, pero no es cierto porque a posteriori aplican los objetivos conseguidos en porcino o avicultura de forma directa y sin una labor previa que deberíamos hacer.

La otra situación que agrava en sectores como el cunícola, es la falta de grandes inversiones o investigaciones públicas que nos ayuden a encontrar el camino a seguir, ya que siempre ponen el ejemplo de otras especies de producción donde la inversión realizadas son enormes y, en cunicultura, no disponemos precisamente de este capital económico para avanzar, sino lo contrario, que cuesta llegar a fin de mes.

CATEGORIZACIÓN DE ANTIBIÓTICOS DE USO VETERINARIO

La categorización de antibióticos veterinarios es una propuesta realizada por la Comisión Europea tras un informe elaborado por un grupo de expertos (AMEG) en la que se han clasificado los diferentes grupos de antibióticos según el impacto potencial que su uso en veterinaria puede tener en salud humana.

¿QUÉ INCLUYE?

Diferentes clases de antimicrobianos no autorizados actualmente en medicina veterinaria en la UE.

USO

En animales de compañía. Siempre que se respete el cumplimiento de la cascada de prescripción y no se hayan establecido límites máximos de residuos en los alimentos.

  • Carbapenemes
  • Fosfomicina
  • Cefalosporinas de última generación
  • Glucopéptidos
  • Glicilciclinas
  • Monobactamos
  • Oxazolidinomas
  • Riminofenazinas
  • Sulfonas
  • Tratamientos para tuberculosis y otras micobacterias

¿QUÉ INCLUYE?

  • Cefalosporinas de 3ª y 4ª generación
  • Fluoroquinolonas
  • Polimixinas

USO

Solo cuando no hay antimicrobianos alternativos en una categoría inferior que puedan ser efectivos.

Su uso debe basarse en los resultados de las pruebas de susceptibilidad antimicrobiana, siempre que sea posible.

¿QUÉ INCLUYE?

  • Aminoglicósidos y aminociclitol
  • aminopenicilinas
  • anfenicoles
  • cefalosporinas de 1a y 2a generación
  • macrólidos
  • lincosamidas
  • pleuromutilinas
  • rifamicinas

USO

Solo cuando no hay ninguna sustancia en la Categoría D que sea efectiva.

¿QUÉ INCLUYE?

  • Penicilinas y aminopenicilinas
  • péptidos policíclicos (bacitracina)
  • derivados del nitrofurano
  • nitroimidazoles
  • ácido fusídico
  • sulfonamidas
  • tetraciclinas.

USO

Evitar uso innecesario y prolongado, ya que no están exentos de un impacto negativo en el desarrollo y propagación de la resistencia, en particular a través de la co-selección.

 

 

Acerca del autor

F. Xavier Mora