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Cerrando el ciclo para ofrecer Calidad a los clientes

En ella visitamos a una empresa familiar algo particular en el mundo cunícola, “Conills Pagés”, donde los hermanos Pagés, Isaac y Guillem junto con su madre Adelina, continúan el negocio familiar después de que su padre Joan se jubilase ahora hace poco tiempo.

Esta empresa familiar tiene un bagaje empresarial muy particular originándose hace ya casi 30 años en un matadero muy conocido en aquel entonces por la zona perteneciente a Lluis Masdeu.

El propietario se jubiló y el padre de Isaac y Guillem, Joan Pages, que hasta aquel momento trabajaba en el matadero, decidió hacerse cargo del negocio y continuar con él. La madre de Isaac y Guillem, Adelina Pino, cuidaba de una pequeña granja de conejos en el pueblo desde hacía años aportando unos ingresos importantes a la familia.

Esta conjunción de oficios de Adelina y Joan marcaron con el tiempo la evolución y situación actual de la empresa. Actualmente en la empresa familiar trabajan los dos hermanos, Isaac y Guillem junto con su madre Adelina y un trabajador que tienen contratado.

Se encargan de 1400 reproductoras, matadero propio donde sacrifican los gazapos y el servicio al cliente de las canales. Así cierran totalmente el ciclo productivo comercializando producción propia.

Esta empresa familiar se originó hace casi 30 años en un matadero muy conocido

Los dos hermanos se incorporan al negocio familiar cuando tienen “16 años” arrimando el hombro y empezando desde abajo, limpiando, barriendo, sacrificando y repartiendo cuando fue posible. Con el paso del tiempo las granjas de las que se suministraban los gazapos fueron quedándose obsoletas y no llegaban a satisfacer su necesidad de conejo de calidad.

Sus clientes, que mayoritariamente lo conforman pequeños comercios, restaurantes y algún mayorista, demandan un producto de gran calidad y de proximidad, que es lo que les ofrecen. Evidentemente esta oferta es casi artesanal y por tanto tienen totalmente vetado el acceso a grandes superficies, ya que éstas trabajan por volumen y no valoran este tipo de oferta.

“CERRANDO EL CICLO DE PRODUCCIÓN PODEMOS OFRECER UN PRODUCTO DE CALIDAD Y PROXIMIDAD”

Los inicios son siempre duros aunque el negocio ya estuviera en marcha, pero hay que pensar que en sus mejores momentos se sacrificaban alrededor de 5.000 canales semanales, muchas para ese tiempo. nCon el paso de los años decidieron que era mejor sacrificar 1.500 canales y venderlas correctamente que no sacrificar más canales y tener que “mal-venderlas”.

Por ese motivo deciden que es mejor cerrar el ciclo con una granja propia que provea de las 1500 canales semanales y no tener que ir a recoger cada semana en múltiples granjas los animales con un elevado coste de recogida.

En su decisión también influyó que sus clientes cada vez demandaban un tipo de producto y tiempo de entrega muy determinado. Cuando debían ir a recoger los animales de diferentes explotaciones, no podían cumplir los tiempos de entrega lo que constituyó el toque final para decidir el paso siguiente.

Fue en el momento que su padre su jubiló cuando deciden tomar las riendas y poner en marcha un nuevo proyecto: la granja nueva de conejos.

La instalación la montaron íntegramente ellos. Para los que no somos tan “diestros en el tema”, -vamos que yo no sé por donde empezar-, lo primero que piensas es cómo han podido hacer una estructura tan grande y con tanto hierro ellos solos.

La nave la inauguraron en 2006, garantizando el suministro y la calidad demandada por sus clientes. La nueva nave les garantiza el suministro semanal de canales para cubrir la demanda de sus clientes

Las nuevas instalaciones cunícolas están formadas por tres naves: una nave de madres y dos naves de engorde.

La nave de madres, de unos 100 metros de largo por 10 metros de ancho, en sistema semi-aire libre que está dotada de lonas de sombrero como protectores laterales y ayudan a controlar el viento y las corrientes de aire.

Este sistema semi-aire libre es muy frecuente en las zonas cercanas al mar por el clima benigno que tienen durante todo el año.

Además, esta nave dispone de un almacén de unos 30 metros de largo, con lo que tienen una capacidad más que sobrada de almacenamiento y que se transforma en el taller de reparaciones y diseños de las piezas que puedan necesitar.

Una nave de madres y dos naves paralelas de engorde conforman las nuevas instalaciones

En esta nave se ubican unas 1.400 conejas reproductoras más unos 40 machos y la reposición.

El engorde se ubica en dos naves situadas en el lateral en un concepto tradicional conocido como “open air” que consta de un techado sencillo a dos cubiertas de apenas 3 metros de ancho con las jaulas situadas en ambos laterales de la nave.

Cada nave tiene unas dimensiones de unos 100 metros de largo y se localizan paralelamente.

La situación geográfica de esta instalación cunícolas permite este tipo de naves que en otras localidades sería impensable debido a los grandes cambios de temperatura y a las temperaturas extremas.

Nos llegan a comentar que la temperatura mínima más baja del año anterior (2013) fue de 4ºC durante una noche puntual, definiéndose esta zona como una de microclima muy particular y benigno para la gestión ganadera, ahorrando costes en calefacción. Según palabras del propio Guillem “El clima te permite gestionar la explotación bajo este sistema semiabierto con 10-12 grados de temperaturas mínimas en invierno durante la noche”. En invierno durante el día nos comentan que fácilmente alcanzan los 18-19 grados a mediodía y que a menudo no descienden de los 10ºC en inviernos que no duran ni los tres meses de rigor.

Debido a que necesitan los gazapos cada semana de forma continua trabajan con 6 bandas en inseminación a 11 días post parto con semen que ellos mismos elaboran en un pequeño laboratorio que tienen en la instalación.

El semen es elaborado y aplicado en un corto periodo de tiempo, lo que les permite trabajar con seguridad en los resultados.

Además, siguen utilizando para la inseminación cánulas de vidrio, algo ya muy raro en el sector donde las cánulas de plástico rígido o las flexibles se han convertido en uso mayoritario debido a que su manejo es muy sencillo y su aplicación es extremadamente eficiente.

Los machos juegan un papel muy importante en la valorización del producto que ofrecen a sus clientes. Estos son de piel de color y tienen los ojos negros y, precisamente por eso, son elegidos.

Nos insisten que en el trato muy directo que tienen con sus clientes observaron que tenían una demanda muy fuerte y creciente de sus clientes en relación al color de los ojos de las canales que ofrecían, prefiriéndolas a las otras. Por ello se dieron cuenta que podían valorizar su producto ofreciendo canales a pequeños comercios y restaurantes de gazapos que tenían los ojos negros como reclamo.

El consumidor valoraba muy positivamente y lo relacionaba con gazapo diferenciado de mejor calidad -más de campo- que los gazapos con ojos albinos que tenían una presentación más industrial.

No hay muchos detalles que se escapen en la granja. Al diseñarlo todo ellos mismos, permite reducir costes, por lo que pueden optar por utilizar equipamientos más completos y complejos.

Un ejemplo de ello es el tratamiento que recibe la gestión del agua, pues en la explotación tratan todo el agua después de descalcificar, mediante dosificadores automáticos, clorándola y añadiendo acidificantes de forma sistemática y automática para ofrecer a sus animales agua siempre homogénea y de la mejor calidad posible.

También se puede apreciar su interés en el control del agua que beben los animales en cada inicio de línea. En cada línea encontramos tres llaves identificadas con un color que corresponde a una línea independiente de agua.

De esta manera pueden suministrar tres tipos de agua si fuera conveniente tratar dos grupos de animales con medicaciones y un tercero con agua limpia sin medicar.

Gracias a ello tienen la gran facilidad de poder limpiar los depósitos a conciencia sin tener que ser necesario la inmediatez para que los animales beban agua limpia y se pueden realizar tratamientos sin temor a que queden residuos de antibióticos en los depósitos que puedan dar positivos en los animales a la venta.

Ejecutan un programa preventivo estándar de desparasitación cada medio año, eso sÍ, rotando los productos para evitar resistencias.

La pauta vacunal se restringe a una completa prevención en la fase de reposición, si es necesario, ajustan con revacunaciones puntuales a todas las reproductoras si hay sospecha de mixomatosis o enfermedad vírica hemorrágica en los alrededores.

El plan vacunal en la reposición es completo con dos dosis de mixomatosis y tres de vírica hemorrágica abarcando tanto las cepas clásicas como aplicando las nuevas vacunas disponibles frente a las cepas variantes.

En el nido utilizan una combinación muy frecuente de paja al principio y posteriormente se adiciona viruta rehaciéndolo si es necesario.

La lactación controlada se realiza durante los 11 primeros días de vida hasta la inseminación, momento que ya dejan abierto permanentemente el acceso al nido por parte de la reproductora.

Esto les permite controlar mejor los nidos, ya que tienen nacimientos promedio superiores a 9,5 nacidos vivos y fertilidades anuales ligeramente superiores al 85%, que ellos relacionan con el uso adecuado de la lactación controlada.

El sistema de extracción de estiércol es el habitual de scrapers pero en esta ocasión se accionan tres veces al día (cada 8 horas).

De esta manera, las fosas están limpias ayudándoles a controlar las plagas de moscas y mosquitos.
En el engorde -al encontrarse al aire libre- el estiércol está muy seco y no es fácil para las moscas desarrollarse.

En este caso no tienen problemas con la gestión del estiércol, pues al encontrarse en una zona eminentemente agrícola se lo quitan literalmente de las manos con una demanda superior a la que producen.

Nos señala que en esta región se cultiva la famosa cebolla fina para cocinar que se exporta con mucho éxito a toda Europa.

“El estiércol es tan demandado por aquí que no nos da tiempo a acumularlo” nos comentan muy alegres por no tener una preocupación que saben existe en otras zonas.

En esta característica empresa familiar formada por un matadero, una nave de madres y dos de engorde, da empleo directo a 4 personas.
Nos cuentan que todos andan bastante ocupados, que entre la gestión de la explotación, sacrificar gazapos cada dos días para poder ofrecer el producto fresco y de calidad y el reparto del mismo ya están suficientemente atareados.

También esperan que el precio cambie y que por fin se les reconozca su esfuerzo en la versión económica, que es más agradable al bolsillo que las felicitaciones por el producto ofrecido.

Nos comentan que su problema sigue siendo el mismo de siempre y mundialmente famoso: “David contra Goliat”, o cómo el grande quiere comerse al pequeño y el pequeño debe especializarse para que no le dejen fuera del mercado.

Tienen claro que existe una gran tradición cunícola en su zona y que pueden ofrecer a sus clientes un producto diferenciado con respecto al que ofrecen los grandes productores de carne de conejo que les permite seguir en la brecha y ver con optimismo su futuro.

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