La colibacilosis es una patología resultado de la infección del conejo por parte de cepas de E. coli altamente patógenas (EPEC). Estas cepas son similares a las cepas EPEC humanas causantes de las diarreas infantiles en países en vías de desarrollo a través de la ingestión de alimentos mal cocinados, agua contaminada o contacto directo con otras personas afectadas; o incluso, a través de nuestros animales de producción y domésticos, como bovinos, ovinos, caballos, perros y cerdos.
Los conejos han sido considerados también como reservorios para cepas de E. coli Enterohemorrágicos (EHEC)
Esto nos sitúa frente a un grave problema de salud pública debido a la cantidad, cada vez mayor, de conejos, tanto de compañía (9 millones de conejos en EUA), conejos utilizados en investigación científica y, los que nos afectan más, aquellos utilizados como fuente de alimento.
La bacteria E. coli, descubierta por Theodor Escherich en 1885, es una bacteria bacilar Gram negativa, perteneciente a la familia de las enterobacterias. Es uno de los pocos seres vivos capaces de producir todos los componentes que necesita para vivir y reproducirse, a partir de compuestos básicos y fuentes energéticas sencillas y suficientes.
Posee fimbrias o adhesinas que permiten su fijación o adhesión al tejido celular evitando ser arrastrado por la orina o diarrea.
Las cepas patogénicas de E. coli se diferencian en serotipos y biótipos con tropismos y patogenicidades diferentes. Algunos serotipos son especialmente patogénicos para los gazapos lactantes mientras que otros lo son más para gazapos desmamados. La mayoría de las cepas patógenas pertenecen a los serotipos O109K-:H2 (Biótipo1) en los gazapos lactantes, mientras que en los gazapos con más de tres semanas de edad se encuentran los serotipos O103, O15 y O132.
Los notables avances en el campo de la genética y la alimentación, unidos a nuevas técnicas de manejo, a las mejoras introducidas en el confort y bienestar animal y en la gestión de las exploraciones, han permitido alcanzar en los últimos años unos ritmos productivos en las explotaciones cunícolas cada vez más intensivos.
Este fuerte ritmo productivo, o también denominada producción “super-intensiva”, produce, sin embargo, una dificultad en el mantenimiento y equilibrio entre producción, sanidad y rentabilidad de la exploración.
Hay diversos factores implicados en este equilibrio:
- Particularidades del aparato digestivo del conejo
- Higiene y manejo
- Alimentación
- Agentes infecciosos
Patogenia
Las cepas EPEC se adhieren a las células del epitelio intestinal colonizando todo el intestino delgado y el intestino grueso. Posteriormente a la adhesión, sigue la destrucción de las células de absorción del intestino y atrofia de las vellosidades. Esto implica una reducción de la capacidad de la absorción y digestión del alimento, seguido por una diarrea, empeoramiento de la conversión del alimento, pérdida de peso y mortalidad por deshidratación.
Cuadro clínico y lesional de gazapos lactantes
Los gazapos lactantes pueden afectarse por procesos digestivos a partir de las 24 a 48 horas de vida y apareciendo con mayor frecuencia a partir de los 4-5 días de vida. Desde el punto de vista clínico, a los 5, 10 y 25 días de vida es el período donde aparecen con mayor frecuencia los cuadros gastroentéricos.
- Durante los primeros 5 días, los gazapos tienen diarrea y se deshidratan.
- Entre los 7 y los 15 días de vida, el problema es más fácil de identificar – aparecen los gazapos con una diarrea amarilla, en ocasiones acompañada de sangre.
- En la tercera semana de vida podemos observar casos clínicos de enteritis con diarrea, aunque en algunas explotaciones no se observan. En esta fase es muy posible la confusión con cuadros respiratorios externamente, por lo que es necesario proceder a la realización de necropsias en la explotación para realizar el diagnostico diferencial.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico laboratorial de las diferentes cepas de E. Colienteropatogénica es complejo. Habitualmente se hace basándose en la edad, historia, signos clínicos y las observaciones macro y microscópicas. La base es un diagnóstico epidemiológico y lesional, confirmándose con un análisis bacteriológico y incluso histológico en el último caso.
PROFILAXIS
La profilaxis de la colibacilosis se basa en varios pilares como son la profilaxis higiénica, genética, médica, aplicación de adecuados programas alimentarios y de manejo. La imunoprofilaxis (vacunación oral / parenteral) de las reproductoras produce un nivel importante de IgA en la leche maternal y protege a los gazapos de la colibacilosis neonatal.
TRATAMIENTO
El uso de antibióticos para el tratamiento y prevención de la colibacilosis provocada por las cepas EPEC no es fácil, sobretodo teniendo en cuenta la fisiología digestiva y la flora normal del conejo, pero también por la presencia de múltiples resistencias adquiridas por las diferentes cepas de E.coli.
PERSPECTIVAS
A nivel de campo se observa un aumento progresivo del síndrome digestivo en las maternidades, debido al mejor conocimiento de los productores y profesionales del sector y por las pautas de manejo innovadoras en exploraciones cada vez más automatizadas. Los sistemas de trabajo actuales (IA, bandas) permiten una mayor facilidad para aplicar medidas de control por un lado, pero también aumenta las dimensiones de los procesos entéricos. Es necesario la aplicación de nuevas estrategias en un mundo global donde cada vez los ciudadanos están más preocupados por la seguridad alimentaria y con el convencimiento que se debe disminuir la carga antibiótica en la producción animal.
Este artículo es una colaboración con ASPOC la asociación portuguesa de cunicultura