Habitualmente todas los casos clínicos empiezan por una llamada medida en la que con mayor o menor acierto nos describen un proceso que está ocurriendo en la granja afectada en ese momento.
Sin embargo, no siempre es así, la tarea detectivesca en estos casos cae en una espiral de contradicciones y cambios semánticos que desarbolan cualquier intento de diagnóstico, cuando no tenemos los animales afectados por el proceso delante.
En una de estas ocasiones se recibe una llamada en la que se nos comenta que el lote en lactación con 24 días de vida ha sufrido una mortalidad muy elevada por enfermedad vírica hemorrágica del conejo. ...