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El sector cunícola, a examen

La carne de conejo, aun siendo de consumo minoritario, es un producto valioso en los países mediterráneos, donde, desde civilizaciones antiguas, se ha mantenido en la gastronomía tradicional hasta la actualidad.

La UE es el segundo productor mundial de carne de conejo (después de China), con la mayor parte de la producción concentrada en España, Francia e Italia.

Dentro de los sistemas de producción, el principal desafío posiblemente sea:

Al igual que la cría de cerdos, la producción de conejos depende en gran medida del uso de antibióticos para controlar las altas tasas de mortalidad causadas por la enteropatía epizoótica del conejo, que se caracteriza por una disbiosis intestinal que afecta gravemente a los gazapos en el período posdestete.

EL PRECIO DE LA CARNE DE CONEJO

La carne de conejo es también más cara que otras carnes blancas, debido a los mayores costes de producción y, al igual que ocurre con otros sistemas intensivos, los consumidores están cada vez más preocupados por el bienestar de los animales enjaulados y por el impacto ambiental de estas granjas.

PLAN INTEGRAL

El sector de la cunicultura necesita con urgencia un plan integral para dar respuesta a todos estos retos y, por tanto, buscar sistemas de producción alternativos y económicamente sostenibles de acuerdo con los estándares de bienestar emergentes, incorporando estrategias dietéticas que puedan mejorar la salud intestinal de los conejos tras el destete para prevenir mortalidades graves.

Para la elaboración de una estrategia global es necesario conocer muy bien el sector, el perfil de las explotaciones, el manejo zootécnico y nutricional, las patologías principales presentes en la granja, así como las preocupaciones de sus propietarios y la percepción que tienen ante las necesidades del sector.

Todo esto mueve al equipo de investigación del Grupo Operativo TIRAC a realizar una encuesta a los ganaderos del sector de la cunicultura con el fin de obtener información sobre la problemática real de las granjas de conejos, cuáles son sus programas sanitarios, el empleo de antibióticos, así como las prioridades sanitarias del sector, en donde se incluyen prácticas de manejo, nutrición y otras prácticas zootécnicas.

PERFIL DE LAS GRANJAS ENCUESTADAS

Casi la totalidad de los encuestados son productores de carne (97,5%) con un tamaño de granja predominante (31%) por encima de 1.200 jaulas de madres (Figura 1).

En cuanto a las instalaciones (Figura 2), en general cuentan con naves de obra con sistema de ventilación forzada, distribución del pienso automática (la mayoría con capacidad de racionar el alimento) y más de la mitad disponen de sistema de calefacción.

Figura 1. Perfil de las granjas encuestadas.

Figura 2. Características de las instalaciones en las granjas encuestadas

MANEJO PRODUCTIVO

La gran mayoría (95%) de las explotaciones encuestadas utiliza la inseminación artificial con compra de semen en el exterior y lo más habitual (70%) es la utilización de tres tipos de pienso durante el ciclo productivo (Figura 3).

En torno a la mitad (53%) de las explotaciones encuestadas realizan el sacrificio con una vida media de 62-66 días —aunque un grupo importante (36%) llega a los 70 días de vida— con un peso vivo comprendido entre 2,15 y 2,3 kg de peso vivo (49% de los casos) o ligeramente inferior (2,00-2,15 kg peso vivo en el 31% de los casos).

Figura 3. Manejo productivo en las granjas encuestadas.

EFICACIA PRODUCTIVA

En cuanto a la mortalidad y bajas (Figura 4), las mayores tasas se sitúan en el nido, siendo lo más habitual el registro de valores comprendidos entre el 8-10% de los gazapos (32,0% explotaciones) y < 8% gazapos (31% de los casos).

En cuanto a los índices productivos, el número de kg vendidos/inseminación artificial (sin incluir autorreposición) más habitual se sitúa entre 13-15 kg (40% de los casos) y únicamente un pequeño número de explotaciones (5%) no alcanza los 12 kg.

Figura 4. Eficacia productiva en las granjas participantes en este estudio.

 

PATOLOGÍAS PREVALENTES

A los encuestados se les pidió que ordenasen de mayor a menor las patologías presentes en su granja según la incidencia y las pérdidas económicas que éstas generan (Figura 5).

En cuanto a las enfermedades que más pérdidas económicas generan, la enteropatía epizoótica es considerada la más importante por más del 40% de los encuestados, seguida de la colibacilosis (la segunda más importante para la mitad de los encuestados), la pasteurelosis y la estafilococosis (consideradas como relevantes en la mitad de las granjas).

Con menor relevancia se sitúa la mixomatosis (causante de pérdidas importantes en un número reducido de explotaciones) y, finalmente, la enfermedad vírica hemorrágica.

Figura 5. Principales patologías en la granja según (A) la frecuencia de aparición y (B) las pérdidas económicas que generan, ordenadas de orden de mayor (rojo) a menor importancia (verde) según los encuestados.

Cuando las respuestas de las preguntas anteriores (principal patología en la granja y enfermedad que más pérdidas económicas genera) fueron analizadas considerando el porcentaje de mortalidad observado durante el cebo en cada granja (Figura 6) se observa que los procesos digestivos se presentan como la principal patología en un mayor número de granjas según aumenta la tasa de mortalidad en las mismas.

Figura 6. Porcentaje de granjas en las cuales los procesos digestivos son la principal
patología en la granja (azul) y la Enteropatía epizoótica causa las mayores pérdidas
económica (verde) dependiendo de la tasa de mortalidad durante el cebo.

 

Cuando se les pidió que puntuasen las causas u origen de las patologías en su granja (Figura 7), el pienso fue considerado el más importante por casi el 40% de los encuestados.

Figura 7. Principales causas de enfermedad en la granja, ordenadas de orden de
mayor (rojo) a menor (verde) importancia según los encuestados.

 

Cuando los encuestados fueron preguntados sobre la importancia de ciertos factores sobre la incidencia de patología en la granja (Figura 8), la mayoría (en torno al 70%) están totalmente de acuerdo/de acuerdo en que la práctica del vacío sanitario y una buena limpieza y desinfección tras cada lote ayudan a reducir las patologías, y totalmente en desacuerdo/en desacuerdo con la idea de que reducir el destete a menos de 33 días de vida pudiera hacer disminuir las patologías digestivas durante el engorde.

Para el resto de las cuestiones planteadas (una granja más antigua tiene más patologías; hay más problemas con personal externo asalariado; hay más problemas en granjas con mayor número de animales; hay menos problemas digestivos cuando los animales se racionan en el periodo de engorde; las visitas del exterior (veterinario, técnico comercial, etc.) suponen un riesgo alto de transisión de enfermedades; el empleo de un programa amplio de alimentación con más de tres piensos reduce las patologías en granja) los encuestados tienen una opinión muy diversa, si bien la más generalizada es que no presentan un efecto significativo sobre la sanidad de la granja.

Figura 8. Grado de acuerdo de los encuestados con la importancia de ciertas
prácticas y la aparición de patologías en la granja. Las respuestas están ordenadas de
totalmente en desacuerdo (rojo ), en desacuerdo, ni en desacuerdo ni de acuerdo, de
acuerdo, totalmente de acuerdo (verde ).

 

EMPLEO DE ANTIBIÓTICOS

En cuanto el consumo de antibióticos (Figura 9), la mayoría de los encuestados afirman conocer el Programa Reduce del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como el Acuerdo para Reducir el uso de Antibióticos en Cunicultura (ARAC).

Los encuestados son conocedores de que la resistencia a los antibióticos afecta tanto a los animales como a las personas y al medioambiente (concepto One Health), no obstante, solamente un cuarto de los mismos considera que el uso de antibióticos en producción animal es la principal causa de la reducción del consumo de carne de conejo; por el contrario, casi la mitad considera que la reducción del consumo de carne de conejo se debe a factores asociados al bienestar animal.

Figura 9. Uso de antibióticos en la explotación según los encuestados.

En cuanto a los factores que pueden condicionar la necesidad del empleo de un mayor número de antibióticos en la explotación (Figura 10), algo más de la mitad de los encuestados están totalmente de acuerdo/de acuerdo en que existe una relación directa entre la aplicación de unas correctas medidas de bioseguridad y el uso de antibióticos y que el manejo del ambiente con sistemas de calefacción, ventilación, cooling, etc., influye en un menor uso de antibióticos.

De igual forma, la mitad de los encuestados opina que el manejo del estiércol no está relacionado con el uso de antibióticos asociados a una patología.

Para el resto de las cuestiones planteadas (presión por parte de los mataderos y clientes para la reducción de uso de antibióticos; densidad de animales en cebo; gestión de la retirada de cadáveres; tipo de genética, el origen de los animales y/o semen), la opinión de los encuestados es más diversa, siendo la más generalizada que no afectan al uso de los mismos en la explotación.

Figura 10. Grado de acuerdo de los encuestados con la importancia de ciertas prácticas
y el empleo de antibióticos (ATB) en la granja. Las respuestas están ordenadas de
totalmente en desacuerdo (rojo ), en desacuerdo, ni en desacuerdo ni de acuerdo, de
acuerdo, totalmente de acuerdo (verde ).

 

CAUSAS DE MORTALIDAD EN LAS EXPLOTACIONES

En la Figura 11 se analiza la relación de la tasa de mortalidad durante el cebo con ciertos factores ambientales y de manejo.

Tanto la práctica de vacío sanitario como el disponer de calefacción en la granja son muy importantes para reducir las tasas de mortalidad de la misma, existiendo una relación lineal inversa entre el porcentaje de mortalidad y ambos factores: la mayoría de la granjas que tienen tasas de mortalidad muy bajas realizan vacío sanitario y disponen de calefacción, mientras que por el contrario, aquellas donde hay tasas de mortalidad muy altas (más del 10%) apenas un tercio de las mismas realizan vacío sanitario y disponen de calefacción.

El sistema de ventilación también está muy relacionado con la mortalidad de la granja.

En cuanto a la alimentación, la restricción de pienso pudiera ser a priori una medida de manejo adecuada para reducir las incidencias de trastornos digestivos. Sin embargo, los datos de nuestro estudio indican que la mortalidad no se ve afectada por esta práctica.

Lo que sí parece tener una influencia en la mortalidad es el hecho de emplear un número mayor de piensos, adaptados a la fase productiva en la que se encuentra el animal; esto pone de manifiesto la importancia de la alimentación para mejorar la salud intestinal del gazapo y, por tanto, para lograr reducir el uso de antibióticos en la explotación.

En cuanto al manejo reproductivo, los resultados de nuestro estudio indican que una mayor presión reproductiva, con ciclos más cortos, se relaciona con mayores tasas de mortalidad. Lo mismo sucede con la edad al destete, donde se observa que las granjas con menor mortalidad presentan un porcentaje más alto de destete a los 32-35 días, y las granjas con mortalidad superior al 10% tienen el porcentaje más alto de destetes a edades inferiores a los 32 días.

Figura 11. Relación de la tasa de mortalidad durante el cebo con ciertos factores
ambientales y de manejo, representado como el porcentaje de granjas que llevan
a cabo dichas prácticas dentro de cada grupo. En el rojo y en el verde se muestran los factores
que muestran una tendencia positiva y negativa sobre las tasas de mortalidad en la
granja, respectivamente (78 granjas en total).

CONCLUSIONES

Los resultados de este estudio muestran que la patología que más afecta a las granjas de conejos es la digestiva (seguida de cerca de la respiratoria), siendo la enteropatía epizoótica la principal causa de pérdidas económicas, especialmente en aquellas explotaciones que tienen una tasa de mortalidad elevada.

A juicio de los encuestados, el pienso es la principal causa de esta enfermedad, seguida del origen de los animales y deficiencias en las instalaciones.

Esta percepción cuadra muy bien con el análisis de los datos de mortalidad de las granjas, donde se ve claramente que tanto la ventilación forzada como la calefacción en la granja se asocian a tasas de mortalidad bajas.

El empleo de varios piensos en el periodo de crecimiento/cebo, adaptados a la fisiología digestiva del gazapo, también se observa que reduce la mortalidad, por lo que la mejora en la alimentación —como lo que propone TIRAC, limitar el nivel de proteína y optimizar la concentración de fibra soluble/ insoluble, junto con el empleo de algas marinas con posibles efectos pre y posbióticos, antioxidantes e inmunomoduladores— abre una importante ventana de trabajo para reducir la mortalidad de la granja mejorando la salud intestinal de los gazapos.

Estas medidas deberían ir acompañadas de destetes a edades tardías para mejorar la madurez intestinal de los gazapos y, posiblemente, de una disminución de la presión reproductiva de los animales, lo que suele reducir la rentabilidad.

Este estudio se ha realizado dentro del proyecto de innovación TIRAC, cofinanciado en un 80% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) de la Unión Europea y en un 20% por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020. La Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Capacitación Agroalimentaria (DGDRIFA) es la autoridad encargada de aplicar estas ayudas. Presupuesto: 491.919.39€. Total subvención: 485.043,39€.

 

Al-Soufi, S.1, Sevilla L.2, García J.3, López-Alonso M1, Cegarra E.2

1Patología Animal, Universidad de Santiago de Compostela

2De Heus, Nutrición Animal SAU

3Producción Agraria, Universidad Politécnica de Madrid

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