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Manifestación veterinaria en Madrid

Escrito por: F. xavier Mora

Hoy 7 de mayo hay una concentración de veterinarios de toda España en Madrid contra el polémico Real Decreto 666/2023. Este Real Decreto regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios.

Esta manifestación se debe a lo encorsetada que es este Real Decreto dejando en muy mala situación a los veterinarios delante de una urgencia o un diagnostico presuntivo sin antibiótico registrado o eficaz así como una rigidez en la distribución de medicamentos respecto a lo que había hasta ahora.

Afecta a todas las especies animales, pero hasta ahora el foco estaba exclusivamente en las ganaderías y instalaciones pecuarias donde no hay protestas que valgan y la legislación ha sido especialmente ejecutiva para el cumplimiento de toda la legislación. Hasta ahora los veterinarios y propietarios de pequeños animales no tenían la presión que existía a nivel de ganadería.

Esta presión, al tener buenos resultados y conseguir que el sector veterinario de ganaderia se adapte y cumpla con todos los aspectos de la ley, ley muy rígida y con un régimen sancionador brutal, se han decidido que se extienda a los animales de compañía.

Y aquí es donde esta rigidez legislativa se ha convertido en un volcan.

En una granja tenemos unos animales enfermando y a menudo hemos de esperar unos dias a tener el cultivo y antibiograma para poder utilizar el antimicrobiano correcto, cuando en la mayoría de los casos, el veterinario es consciente de cual es el antimicrobiano eficaz. Esta espera produce la mortalidad de algunos animales, pero es evidente que este es el menor de los problemas para el diseñador de leyes.

Sin embargo para un veterinario de pequeños animales, donde el animal de compañía adquiere una dimensión de parte de la familia, el no poder medicar correctamente a la espera de un antibiograma es un proceso sentimentalmente tedioso y estresante, incomprensivo para la población.

En este caso es el mismo problema que tenemos en las granjas. El veterinario sabe que problema sanitario hay, conoce perfectamente como tratarlo, pero la ley niega que pueda actuar en consecuencia. Hay que esperar y hacer analíticas como si estas fueran infalibles.

Este es el núcleo de la manifestación y las numerosas quejas que está generando el real Decreto 666/2023.

A ello hay que sumar el tener que recetar todo antimicrobiano, aunque lo aplique el veterinario y subir esta receta en un plazo muy estrecho a PRESVET, una web poco amigable. Esto implica un aumento del trabajo rutinario considerable que los veterinarios de granjas hemos asumido, con poca alegría ciertamente, pero que los veterinarios de animales de compañía se niegan a asumir alegando entre otras cosas que no es necesario ya que el riesgo de transmisión resistencias entre animales de compañia y peronas es muy bajo o irrevelante.

No nos engañemos, el riesgo de trasnmisión de resistencias entre animales de compañía y personas es bajo, pero no menor que entre animales de abasto y personas. Por tanto esta ley es tan rígida y insostenible para veterinarios de animales de compañía como para veterinarios de granjas pecuarias.

 

 

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