Juan Antonio Armas es cunicultor en la isla de Tenerife, como no, de las islas Canarias. Unas islas de ensueño donde muchos hemos ido alguna vez, pero que no todo es turismo ni todos viven directamente del turismo, aunque de forma indirecta es inevitable.
Ser cunicultor en una isla tiene un gran mérito, pues todo llega pero no siempre sabes cuándo y los costes son superiores por el simple hecho de la insularidad. Si en productos de gran consumo como es la carne de pollo ya se ve afectado, el conejo ni hablemos.
Juan Antonio tomó su primer contacto con los conejos en León en el 2003 de la mano de El Adil Redondo, un centro de inseminación, selección y mejora genética ubicada en las inmediaciones de León. Empezó como empleado del centro ejerciendo actividades -como comenta con sonrisa- de chico para todo. Siendo veterinario de profesión, empezó dando asesoramiento técnico a los clientes, inseminando, haciendo de comercial, transportando animales, supervisando la aclimatación de los animales a las granjas de los clientes y si hacía falta ayudando a hacer semen o lo que se tercie. Fue un inicio duro, con mucha actividad pero muy edificante y muy agradable por el ambiente de trabajo que se vivía entre los compañeros.
Sin embargo, como ocurre siempre, las ganas de volver cerca de la familia y ver la tierra donde creciste, junto con las ganas de tener un negocio propio y la situación boyante que en esos momentos vivía la cunicultura canaria finalmente impulsaron la vuelta a las islas allá el 2006. En poco tiempo encontró en La Laguna, una pequeña población junto a Santa Cruz de Tenerife una granja cerrada hacía unos años.
Así empezó con unas 600 conejas reproductoras que al poco tiempo subía hasta las 700 reproductoras en las que ahora trabaja actualmente. La instalación la componen dos naves idénticas de: 10 metros de ancho por 80 metros de largo cada una. La superficie útil de 800 metros cuadrados por nave de obra tiene sus ventajas e inconvenientes.
Aprovechó las jaulas que había para la producción, que a pesar de sus numerosos años aún se mantienen en pie: Jaulas ECU1 de Extrona para reproductoras y Loston para engorde.
Actualmente son jaulas que presentan inconvenientes por su tamaño y la dificultad de adaptar a mejoras en equipamientos, como puede ser la alimentación automática o la dificultad de crear vacíos sanitarios
Como la mayoría de granjas canarias, no tiene dispositivos de refrigeración a pesar de las temperaturas relativamente elevadas, ya que el ambiente es muy húmedo y no funcionan adecuadamente los paneles de refrigeración, siendo una inversión totalmente ineficaz y en ocasiones hasta perjudicial por la humedad que aporta al ambiente
EL MANEJO DE LOS ANIMALES
El manejo de los animales no difiere mucho del que se pueda realizar en la península: Inseminación artificial, 2 bandas a 11 días post parto, etc. Hasta aquí todo normal, pero ¿DE DÓNDE PROVIENE EL SEMEN?.
En la isla hay un centro de inseminación pero con la experiencia de los años anteriores deposito su confianza en las líneas UPV, llegando a un acuerdo con El Adil Redondo. Estos suministraban el semen a través de envío aéreo urgente.
Por la estructura de la nave y jaulas no puede instalar alimentación automática, un serio problema de manejo por el tiempo que comporta hacerlo manualmente, pero como nos dice con resignación: “a echar horas de trabajo”. Al ser una isla y haber un número tan reducido de granjas, los problemas infecciosos son menos frecuentes y los programas de prevención medicamentosa se notan.
La alimentación es la clásica de pienso de maternidad, pienso de transición medicado para el periodo de peridestete y posteriormente pienso de retirada. La eficacia se aprecia por la regularidad en los resultados técnicos de mortalidad, que fluctúan con un intervalo menos amplio.
NO HACE USO DE MEDICAMENTOS VÍA AGUA POR NO SER NECESARIO SU APOYO.
Los primeros días de vida de los gazapos los revisa diariamente en los nidales. A los 5 días de vida es cuando hace una revisión general y vuelve a igualar los gazapos, aplicando talco desinfectante por encima de los mismos.El talco desinfectante lo mezcla con óxido de cinc, sulfato de magnesio y si es necesario con antibiótico para sanitizar los nidales.
Únicamente aplica penicilina al post parto en las conejas de primer parto, teniendo unos niveles de mamitis francamente irrisorios, no llegando ni aun caso al mes. Ésta es una de las ventajas de entrar animales sanos de un origen de confianza y que no existan visitas de riesgo a las granjas, como es el camión de matadero por ejemplo. Su especial atención a la reposición le ofrece gran regularidad de los resultados y bajo nivel de problemas sanitarios.
Siempre tiene alguna coneja más de la necesaria y además a las conejas primíparas no las insemina con el grupo o lote que corresponde, sino que las deja descansar tres semanas y las insemina con el lote siguiente.
Este periodo de descanso permite mejorar los resultados de estas reproductoras. En una granja o instalación que ya tiene ciertos años y no se puede realizar vacíos sanitarios la desinfección es importante. Para ello tiene destinado para cada lote el tiempo necesario para desinfectar y limpiar las jaulas en cada inicio de ciclo.
Además lo complementa con desinfección ambiental dos veces a la semana con aerobrumer. Para los cunicultores que no lo conocen, el aerobrumer es un aparato relativamente voluminoso pero eficaz que vaporizaba los desinfectantes y insecticidas creando una neblina muy efectiva incluso en presencia de animales, que se popularizó por los años 80 y 90 pero que prácticamente es desconocido actualmente.
En este caso realiza una mezcla de desinfectante, insecticida y acaricida al mismo tiempo que incluso llega a fulminar la mosca pequeñita que es tan difícil de erradicar en muchas granjas. El mantenimiento del aerobrumer es muy sencillo, pues con una vez al año que se limpien los filtros y depósitos hay más que suficiente.
LA COMERCIALIZACIÓN
La comercialización en Tenerife es en estos momentos es preocupante, según nos comenta Juan Antonio. Con un consumo de 20.000 canales semanales (sin duda la zona de España con más consumo per cápita) actualmente apenas se producen 2.000 conejos en la isla. De las 7000 reproductoras que se estimaba había en la isla, hace ahora apenas 10 años sólo encontramos unas 10 granjas, con un total de 2000 reproductoras.
Un total desastre económico que ha sacudido los cimientos de la producción cunícola de la isla. Las causas son como siempre variadas, pero en la situación de insularidad la vulnerabilidad del los débiles es más patente. De siempre hay dos mataderos de conejos en la isla donde se sacrificaban los gazapos. Los cunicultores actuaban como intermediarios, vendiendo únicamente al matadero los que no conseguían comercializar.
Esto degeneró en una auténtica pelea entre los conejos comercializados por el matadero y los que comercializaban los cunicultores, desmontaron el sector en muy poco tiempo. Los gazapos venidos de la península llegaron como excedentes que encontraban el mercado canario una salida fácil.
Se encontraron que las canales llegadas de la península, con un coste de transporte en barco desde Sevilla refrigerado es de unos 75 euros la tonelada, tenían subvenciones de hasta 200 euros la tonelada, siendo actualmente de 125 euros tonelada.
Esto implica que el transporte no encarece, sino que abarata el coste del kilo de canal, vendiéndose en estos momentos a 2,90 euros el kilo en supermercados.
Un precio con el que el productor local no puede competir, aniquilando la economía local, cuando las tendencias actuales son en el comercio de proximidad Ante esta situación los mataderos como el matadero insular de Tenerife, donde sacrifica sus conejos Juan Antonio, ofrece un servicio de reparto a los cunicultores de las canales hacia sus clientes en lugar de comercializar el matadero propiamente (lo hace pero con menos interés).
La solución de comercializar todo a través del matadero para evitar estos problemas están sobre la mesa, pero el matadero pertenece en partes iguales al cabildo, ganaderos y carnicerías, por lo que llegar a acuerdos es difícil por la gran diversidad de opiniones.
A pesar de todo el OPTIMISMO es francamente duro ver como un producto como el conejo, con una tradición de consumo local, -donde es tradicional comerlo en las fiestas como producto de alta calidad- tiene tantas dificultades internas para defender apenas un 10% del consumo local. Esto desmoraliza a muchos cunicultores provocando el cierre de las granjas, sin ver apoyos efectivos de los políticos que ayuden a promocionar, no el consumo que ya es elevado, sino el consumo de producción local.
Fertilidad real (partos por cubrición) por encima del 80 en todos los ciclos nacidos vivos 9,4 a 9,7 por parto, con un promedio anual en el 2013 de 9,5. Las mortalidades en lactación no superan en ningún lote el 10%, habiendo muchos lotes con mortalidades del 7% en lactación y inferiores al 4% en el cebo (solo un lote superó esta cifra con un 9% en todo el año) Una granja de conejos en una isla paradisíaca, una combinación de ensueño, pero no es todo como lo pintan.