El centro de inseminación artificial cunícola INCO, situada en Valderrobles ha estrenado en enero de este año 2013 las nuevas instalaciones ubicadas actualmente en Valderrobles, Teruel, con una capacidad muy superior en machos a la que tenía en el centro antiguo.
Se trata de una instalación totalmente diseñada en exclusividad por Gómez y Crespo como centro de machos con 4 naves independientes, cada una con capacidad para 200 machos, que permite trabajar con 800 machos en total pero como si se tratase de 4 centros independientes. Así se pueden aislar unas naves de otras si fuera necesario como si se tratase de granjas independientes y realizar vacíos sanitarios zonales si alguna vez fuera necesario.
El acceso al centro se realiza a través de un corredor que se dirige a la zona de duchas y vestidores y de ahí a un distribuidor que reparte al laboratorio o zona de animales. La zona de animales se distribuye en un corredor horizontal y totalmente aislado que tiene las 4 puertas de acceso a cada nave. En los extremos de este corredor se encuentran las entradas de aire que disponen de los paneles de humidificación para refrigerar el aire que entra. Cada nave tiene en la entrada de aire individual el sistema de calefacción que calienta el aire que entra en el interior de cada nave si es necesario.
Cada nave de machos está controlada individualmente por un ordenador que regula mediante la presencia de sondas las necesidades de ventilación, refrigeración y calefacción.
La ventilación es de extracción forzada y evidentemente las ventanas son estancas, pero están dotados de un sistema de seguridad electromagnético que en caso de interrupción del suministro eléctrico y que el grupo de apoyo fallase –que ya es ponerlo complicado, pero de peores casos se han visto-, estas se abrirían automáticamente para que la ventilación de los animales sea correcta.
Para la calefacción del centro han apostado por una calefacción centralizada con caldera que funciona a base de orujo de aceituna con el que se consigue disminuir los costes de las calefacciones a base de gasoil. Además al estar al exterior de la instalación, no hay riesgos de aires viciados o contaminados en el interior de la nave.
El nuevo centro cuenta con una mayor capacidad (el doble justo de machos) debido a que el anterior se encontraba en el límite de producción de dosis que podía producir, situando en algunos días la producción al límite, con el riesgo de forzar demasiado a los animales y tener como consecuencia problemas reproductivos. Por tanto se decidió invertir en el nuevo centro y poder duplicar la producción de semen sin problemas.
En el diseño se ha tenido en cuenta los procedimientos de bioseguridad para evitar situaciones de riesgo. Para ello hay evidentemente unas duchas y vestidores donde los operarios deb
Evidentemente la valla perimetral que rodea la instalación se ha instalado de forma que permite su rápida revisión visual y dispone de un vado sanitario en el recinto que no se utiliza, ya que por definición en todo el diseño se ha estructurado de forma que no sea necesaria la entrada de vehículos al interior del vallado. Los camiones de pienso acceden desde el exterior a los silos de pienso y no se entran otros vehículos como los de los trabajadores del centro, sino que estos quedan aparcados al lado de la puerta del vallado a más de 50 metros de distancia de las naves. Aun así, si por cualquier motivo fuera necesaria la entrada de vehículos, el vado sanitario está situado estratégicamente para que los vehículos pasen forzosamente por él.
Todos los corredores y paredes son lisas para permitir una adecuada limpieza y desinfección tanto en los corredores, como dependencias y naves con animales y al suelo también se ha dedicado especial atención para evitar riesgos sanitarios y son embaldosados.
Las dosis se distribuyen mayoritariamente en formato monodosis, con un porcentaje bajo de multidosis y sólo el 3% en multidosis con hormona incorporada. Los animales empiezan a trabajar alrededor del 6º mes de vida, momento en que realizan varias extracciones y comprueban que los eyaculados son conformes. Si los resultados pasan el test entonces el macho joven se incorpora al plantel de machos del centro. Un dato de seguridad añadida que el centro utiliza es el uso de diluyente en lugar de agua para las vaginas artificiales de extracción, por si tuviese lugar algún reventón el daño fuese mínimo. Hay que tener en cuenta que el agua destruye los espermatozoides y si hubiera un poro pequeño es frecuente que la contaminación con el agua, que a menudo ni se aprecia, arruine el resultado reproductivo esperado. Por ese motivo a veces se tiñe el agua, para advertir si ocurre, pero sin duda, aunque más caro, utilizar diluyente es francamente más seguro.
Todos los eyaculados son revisados individualmente y se anotan a que macho pertenecen, de forma que si un macho es sistemáticamente rechazado su semen, fácilmente se puede localizar y eliminar del centro.
La pauta preventiva de los machos abarca la vacunación de RHVD (vacunación a la entrada al centro y revacunación anual) y mixomatosis (primovacunación en la reposición y revacunación cada 6 meses). Se desparasitan cada 6 meses y no se tratan con antibióticos nunca de forma preventiva. Solo si un animal en concreto muestra síntomas de enfermedad se valora si tratarlo o eliminarlo directamente. Los animales comen un pienso único estándar y se complementan con vitamina E y Selenio cada mes para asegurar una perfecta calidad del espermatocito.
La desinfección se realiza cada dos semanas con desinfectantes de amplio espectro y antifúngicos como medidas preventivas de barrera sanitaria.
El equipo del centro lo componen las veterinarias Cristina Fabré y Elvira Martín, que controlan la sanidad del centro y entre Paqui Carrasco, María Antolín, Natalia Pino y Benjamín Gasulla –el único hombre- realizan todas las tareas de revisión de machos, extracción de semen, supervisión y control del eyaculado, preparación de las dosis y aplicación de las dosis.