Francisco Galián, es la segunda generación de la empresa familiar COPELE s.l., fundada por Andrés Galián Alcaraz, siguiendo fielmente la filosofía y principios que impregnó su padre en la familia y la empresa, la cual sigue trabajando especialmente en el sector de la cunicultura, así como en otros ámbitos de la ganadería.
¿Cuándo tuvo su primer contacto con el sector cunícola?
Desde mi incorporación a la empresa, al finalizar los estudios y el obligado entonces Servicio Militar; hablamos de los años 83 y 84. Sin embargo COPELE, que tiene una trayectoria ya de 53 años, al poco de sus inicios orientó su producción y desarrollo hacia el sector cunícola; Podríamos decir que COPELE lleva más de 50 años en el sector.
¿Como empezó COPELE su andadura en el sector cunícola?
COPELE se creó en unos años en que los equipamientos ganaderos eran muy escasos. Existía una ganadería desarrollada en el sector avícola, en cierto modo la más puntera, pero había muchos otros sectores bastante menos evolucionados, más domésticos, más familiares con necesidades de industrialización. Al no existir una gran oferta disponible, allá por los años 60, fue cuando COPELE vio la necesidad de mercado y decidió crear una oferta de productos que proporcionaron una sanidad y un mejor manejo en la producción de conejos.
COPELE siempre ha sido un referente como fabricante en el sector cunícola, ¿cómo lo han conseguido?
Nosotros pensamos que el éxito que hemos podido tener, si se puede considerar éxito el estar y permanecer tantos años en este sector, es debido a nuestra cercanía al cunicultor. Nuestra vocación ha sido escuchar atentamente las demandas y necesidades que nos plantean y poner los medios para adecuarnos a esas necesidades de forma eficaz. Siempre hemos creído que la base del éxito de cualquier empresa es el saber como satisfacer plenamente a los clientes.
Con su experiencia después de tantos años en el sector, ¿cómo ha visto evolucionar la cunicultura en España?
La evolución, ha sido clara y en los últimos 15 o 20 años de manera muy definida. La producción ha evolucionado claramente de casi familiar y doméstica, hacia explotaciones mayores y más automatizadas, en donde se pueden producir kilos de carne, sin dejar de lado la calidad, es decir con mejores enfoques productivos dadas las exigencias del mercado. Pienso que las pequeñas explotaciones, solo tienen sentido si se orientan a un tipo de ganadería especializada, como por ejemplo ecológica, que también tiene un mercado interesante, aunque a un coste y un precio de venta distintos.
¿Cuáles son las directrices de innovación que tiene Copele en estos momentos?
Nosotros hemos actualizado nuestros equipos a las necesidades de producción a mayor escala de nuestros clientes. Actualmente hay en estudio una nueva normativa, pero no tenemos datos definitivos y claros de sus parámetros. En ese sentido estamos colaborando con universidades y clientes en el desarrollo de jaulas que vayan orientadas hacia las indicaciones y objetivos que se pretenden, pero lo que puedo decir es que en estos momentos no están definidas unas directrices, seguramente debido al no existir una experiencia suficiente para determinar a que nos referimos cuando hablamos de calidad y habitabilidad para los animales. Por lo tanto seguimos trabajando en las posibles soluciones de futuro para lograr un equilibrio entre bienestar animal, manejo y rentabilidad en colaboración con el sector y a la expectativa de la evolución de nuevas directrices.
Esto son cuestiones que requiere cierto análisis y no siempre son 100% buenos un sistema u otro. Aquí depende bastante de las condiciones climáticas de la zona. Encontramos zonas que se adaptan bien al sistema de semi aire libre (el sistema al que nos referimos cuando hablamos de aire libre) porque sus temperaturas no son extremas y la humedad se encuentra en unos valores adecuados. Pero si queremos sacar el máximo rendimiento a unas producciones intensivas la tendencia es crear locales de ambiente controlado que regulen las diferencias de temperatura, para crear una estabilidad en la producción. Lógicamente conlleva una inversión inicial mayor que un cunicultor lo sospesa mucho, pero a medio plazo es más rentable. Por ello los cunicultores se debaten entre una mayor inversión y mayor estabilidad producción o menor inversión y menor estabilidad de producción.
¿Qué se construye ahora y bajo que criterio?
Actualmente, en el mercado nacional la tendencia es incrementar las reproductoras en las instalaciones que ya están en funcionamiento. En los años 70 hubo muchas personas que se iniciaban en una aventura cunícola porque se decía que criar conejos era rentable y fue una alternativa para el desarrollo ganadero y agrícola en algunas zonas rurales.
Hoy, quien decide ampliar su explotación -ya que iniciar no es fácil- es alguien que está especializado y conoce su negocio, sabe como hacerlo rentable. Son este tipo de cunicultores los que han creado una tendencia a aumentar el número de conejas y con ello rentabilizar con los mismos costes y los medios (manejo, selección animal, las jaulas) para hacer la explotación más rentable con el crecimiento; hablamos de economía de escala.
¿Han identificado un incremento de demanda de proyectos llave en mano?
Sí. En general los clientes prefieren una empresa que les ofrezca el mayor servicio posible y desean tratar con una empresa de manera global. En España aún en el mercado nacional hay quien tiene posibilidad y contactos para abastecerse de los diferentes equipos de manera individualizada, pero el desarrollo que se está llevando a cabo en otros países, sobretodo en países emergentes, prefieren “llave en mano”. Para estos países España es un referente porque aquí la cunicultura se ha desarrollado a unos niveles muy altos.
COPELE es toda una institución en el sector. ¿Qué valora el cunicultor de la empresa?
Nosotros pensamos que el cunicultor ve en COPELE una empresa que le ofrece algo más que una jaula. Procuramos que la jaula sea suficientemente ágil y suficientemente adaptada para que el manejo sea muy productivo, pero también encuentran en COPELE una empresa que aporta soluciones generales, como en la recogida de excrementos, alimentación,.. y todo ello con materiales fiables, que no supongan un coste posterior elevado de mantenimiento. Un cunicultor COPELE valora que estemos allí con él, antes, durante la venta y montaje de su instalación y después, ofreciendo un servicio postventa, asesorándole, escuchando y aprendiendo de él. Con nuestro cliente formamos un vínculo que nos une permanentemente, por el que existe una corriente de información y servicio.
En cunicultura, ¿Cómo se valora el servicio postventa y como lo ofrece Copele?
Considero que en el servicio postventa, es donde marca la diferencia una empresa. La unidad productiva es la coneja, pero nosotros suministramos la máquina que maneja el cunicultor y esa máquina debe siempre funcionar bien. A pesar de ello, la empresa debe tener una respuesta muy rápida para hacer mantenimiento de bebederos y otros accesorios. Para ello COPELE dispone de un equipo humano, distribuido por toda la geografía, formado por 6 tecnico-comerciales en la península y más de 500 puntos de venta especializados, próximos al cliente. De esta forma cualquier necesidad es atendida en horas.
¿Cuáles son los mercados emergentes en cunicultura?
El mercado de la cunicultura en España está muy consolidado y maduro. El desarrollo futuro se encuentra en los países emergentes. Además el conejo como sabemos, es un animal con una alimentación que no entra en competencia con la alimentación humana ya que su base de alimento principal es fibra, más que el grano, a diferencia de otras ganaderías. En los países en vías de desarrollo, tienen mucha más facilidad para proveerse de fibra y forraje, lo cual no supone un deterioro o una merma en otro tipo de materias primas necesarias para alimentación humana. Estamos percibiendo que en estos países se están llevando unos planes de desarrollo ganadero y agrícola que contemplan al conejo como una fuente de proteína y de producción de carne de velocidad rápida, porque tiene un período de maduración rápido y con un coste también bastante asequible.