No explicar demasiado acerca de la actualidad del mercado cunícola es la mejor forma de acertar y no equivocarse, ya que los diferentes poderes fácticos del sector tienen una lectura diferente que conlleva deducciones diferentes.
La relación oferta-demanda sigue estando ligeramente decantada hacia la demanda pese a algunas semanas puntuales que fueron complicadas, pero que en conjunto es muy evidente la presión de la demanda, sobre todo en zonas tradicionalmente consumidoras como es el levante español donde la presión en algunas semanas ha provocado cambios de mataderos en granjas con repuntes de primas cuando ha sido necesario.
La clara falta de conejo en estas zonas sigue siendo relativamente cubierta con canales de otras zonas, pero ya se empieza a notar que no sobran tantas canales pues la oferta de conejos por parte de las granjas no está precisamente en los niveles esperados por ser primavera y muchas granjas han optado por reducir ligeramente la cabaña.
Hay que añadir el gran cierre de granjas de los dos años pasados prácticamente en todo el territorio nacional, que, aunque en muchos casos el censo no ha variado de forma significativa, sí que se nota en la entrada de género a los mataderos.
Esto está creando una situación inestable en los mataderos que necesitan entrar más animales para mantener los costes y los granjeros aprecian que se les adelantan las cargas por parte de los mataderos para cumplir los pedidos.
Sin embargo, el precio de compra de la canal por parte de las grandes distribuidoras sigue siendo uno de los caballos de batalla más duros de roer y que no permiten mucho margen de maniobra a los grandes y medianos mataderos, y por tanto repercute en el precio de compra de los conejos que no tiene la flexibilidad necesaria para visualizar la realidad de la interrelación entre la oferta y la demanda en el precio de la lonja.
En general podemos apreciar una serie de hechos que se están dando esta primavera, algunos de ellos nada habituales para este periodo:
- NO sobra conejo: menor número de granjas y menor producción de la esperada. Como consecuencia los mataderos buscan conejos para sacrificar alargando las rutas de recogida, con el consecuente aumento de costes de transporte.
- NO se vende bien por parte de los mataderos. Los mataderos están colocando todo el género que sacrifican y aún más si lo tuvieran, pero no consiguen venderlo a un precio adecuado, incluso a bajo precio de coste en alguna operación. Los clientes (tiendas o grandes supermercados) están exigiendo precio y calidad de servicio difíciles de mantener.
La piel sigue sin levantar cabeza a pesar de algunos intentos puntuales, pero que en general está agravándose ya que las empresas que retiraban las pieles se encuentran que ahora hay menos pieles para recoger y por tanto la rentabilidad disminuye, provocando en algún caso el colapso y el cierre de la empresa que realizaba la recogida.
Sin que se presenten nuevas iniciativas para recoger estas pieles y por ello incidiendo en el coste de los mataderos al tener que destruir las pieles.
Las perspectivas de cotización para los próximos trimestres son buenas, aunque tendrán que matizarse por el margen de maniobra de los mataderos que por desgracia no es muy amplio.
De momento el promedio de las cotizaciones en lonja de este año es muy parecido al del año pasado en este primer medio año, lo que sugiere que podría mejorar ligeramente a los del año pasado en este próximo semestre.
Más si se tiene en cuenta que la campaña de promoción de carne de conejo está empezando a tener efecto y se espera que arrastre su efecto durante el próximo trimestre.