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La tiña siempre al acecho

Habitualmente no son frecuentes en instalaciones modernas y en la cunicultura industrial, pero su presencia en la cunicultura con instalaciones viejas hacen que no se pueda dejar nunca de lado.

Aún en el caso de poder trabajar en una instalación libre de tiña no se pueden obviar las medidas preventivas encaminadas a su control, pues varias son las vías de entrada posibles para esta enfermedad en nuestra instalación.

Una de las principales implicaciones de esta enfermedad se debe a que es de las pocas enfermedades que afectan al conejo y son transmisibles al hombre.

No es difícil encontrar casos descritos en humana, pues es relativamente frecuente y una pequeña parte de ellos son debidos al contacto con animales, entre ellos el conejo.

Imagen 1. Hifas espirales de Trichophyton mentagrophytes.

Vías de entrada

“La puerta de entrada más habitual de que entre la tiña en una explotación es mediante la introducción de animales portadores“

La enfermedad está provocada por hongos dermatofitos, siendo la especie más frecuente Trichophyton mentagrophytes y Microsporum canis la segunda a gran distancia de la primera.

En ocasiones se han descrito otras especies de hongos dermatofitos pero siempre de manera muy aislada y puntual. La transmisión se realiza a través de esporas que pueden encontrarse en el pelo de los animales.

Se transmite por contacto directo o de forma indirecta a través del utillaje contaminado de la granja (comederos, jaulas, bebederos, ropa de los cuidadores) y de vectores (principalmente perros, gatos y roedores).

La forma más habitual de que entre la tiña en una explotación es mediante la introducción de animales portadores, es decir, no se les aprecia síntomas externos de la enfermedad pero son portadores del hongo o sus esporas.

La tiña se transmite entre los animales por vía vertical -de madre a hijos principalmente- y sin menospreciar en absoluto, por el contacto directo entre los animales en el periodo de cebo.

Habitualmente se observa únicamente en gazapos destetados, lo que suele confundir en el momento de analizar el origen de la enfermedad. Entonces no es tan obvio que la enfermedad se origine en el periodo de lactación, aunque por definición en la mayoría de casos siempre están implicadas las reproductoras.

En situaciones especialmente agresivas de la enfermedad o por un bajo nivel inmunitario, se pueden observar antes del destete o en animales adultos, principalmente alrededor de la glándula mamaria en forma de una zona pruriginosa alrededor de ella.

Al originarse la infección por el contacto de los gazapos con la madre en la fase de lactación, las lesiones aparecen con mayor frecuencia alrededor de los ojos, base de las orejas y zona frontal de la cara, ya que se contagian al realizar la lactancia.

Posteriormente, al ser una enfermedad caracterizada por el intenso prurito que crea, es el comedero uno de los focos de contagio, pues el gazapo se “rasca” en él y contamina a los gazapos del resto de la jaula cuando van a comer.

Factores Predisponentes

En general, los dermatofitos crecen sólo en tejidos queratinizados como lo son la piel y el pelo. Cuando entran en contacto con las células vivas que se encuentran debajo de la piel se detienen y se propagan lateralmente.

“Las lesiones en la piel se caracterizan por tener zonas alopécicas (sin pelo) costras y prurito en diversos grados de afectación”

Frecuentemente al microscopio observamos en la zona céntrica de la lesión como los hongos se mueren y sigue avanzando la lesión en forma de anillo por los bordes de la lesión.

La alopecia se debe a que el pelo de la región afectada es muy frágil y se rompe a nivel de la piel.

Generalmente estas lesiones no son permanentes, ya que cuando el proceso remite el pelo se vuelve a generar inmediatamente pues el folículo piloso no se ve afectado.

Diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad es sencillo, pues la presencia de alopecias y nerviosismo en los animales es evidente, a pesar de que en ocasiones se necesita una exploración más meticulosa para detectar por ejemplo casos en reproductoras.

Un examen microscopico del pelo o un raspado de piel es suficiente para poder realizar un diagnóstico de la enfermedad.

Prevención

Las esporas de los dermatofitos (tiñas) son muy resistentes al calor y a la acción de los antisépticos en general. Por ello no podemos concebir el quemar las jaulas como una medida preventiva eficaz, ya que no hacemos nada, únicamente podemos limpiar las jaulas y prepararlas para una desinfección eficaz.

“La prevención se basa en el uso sistemático de azufre en el nidal o espolvoreado por encima de los gazapos “

La prevención pasará principalmente por el uso sistemático de azufre en el nidal o espolvoreado por encima de los gazapos vigilando siempre la cantidad utilizada, pues puede provocar problemas sanitarios si se utiliza en cantidades excesivas.

Es frecuente observar gazapos que al destete presentan un aspecto “borroso”, con los pelos de las orejas excesivamente “quemados” por el azufre y con un peso algo inferior al deseado. Estos casos se deben a que se ha aplicado un exceso de azufre, y éste ha erosionado las defensas de los animales y producido pequeñas lesiones en la piel que no permiten el crecimiento normal del pelo.

A principios de verano debemos revisar a fondo los sistemas de refrigeración de la instalación y proceder a su desinfeción, pues la combinación de calor y humedad es el medio perfecto para su crecimiento. Sobre todo hay que hacer hincapié en la desinfección de los paneles evaporativos y si se utilizan nebulizadores, que éstos no “mojen” a los animales.

“Se estima que cerca de un 35% de las explotaciones españolas tienen tiña de forma clínica o subclínica”

Actualmente hay controversia frente al tratamiento para el control de esta enfermedad. Hace años se utilizaba griseofulvina en pienso, existiendo diversas marcas comerciales que lo usaban de forma programada como preventivo.

Existe un tratamiento autorizado en forma de desinfectante fungicida específico para el control de esta enfermedad, a base enilconazol, que se debe pulverizar por encima de los animales afectados.

Importancia económica

En los animales afectados se reduce hasta un 30% el crecimiento con el consiguiente coste económico que esto representa.

Además, al ser una enfermedad inmunodepresora, favorece la entrada de otras enfermedades, como son la mixomatosis o los procesos entéricos.

Se estima que cerca de un 35% de las explotaciones españolas tienen tiña de forma clínica o portadores asintomáticos de esta enfermedad en la instalación, por lo que no podemos bajar la guardia.

Al ser inmunodepresora interfiere en la vacunación de los gazapos con mixomatosis, disminuyendo la respuesta inmune y conduciendo a equívocos en el diagnóstico, provocando que algún cunicultor haya eliminado animales por esa causa sin que realmente fuera mixomatosis.

También, en ocasiones puede ser motivo de decomiso en el matadero por parte del veterinario inspector si lo cree conveniente.

Medidas preventivas

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