A. INGESTIVO
Se refiere a la Etología en relación con los alimentos que precisa ingerir. La reacción de los conejos ante la comida es mucho más espectacular, y grave, que en cualquier otra especie doméstica. Apartan la comida para poder escoger y, por tanto, son toneladas de pienso que van a parar a la yacija en las granjas de cierto tamaño. Pienso costoso y que además “invita” a la presencia de roedores como ratas o ratones. Aunque conocido por todos los cunicultores y pese a la existencia de numerosos estudios, convendría insistir en el hecho de la fuerte reacción que tienen los conejos ante texturas especiales del pienso y ante ciertos olores.
Los más irritables para el conejo son el olor a moho así como el de orines y el de los productos químicos o de otros animales. Una pluma de gallina mezclada en el pienso puede hacer que una coneja vacíe la totalidad del pienso de la tolva en el suelo. A los conejos les molesta, más que a otros animales, los cambios en textura y en composición -lo detectan por el olor- del pienso o de los ingredientes.
Esta reacción contra la ingestión del pienso está muy relacionada con el riesgo y la frecuencia de enterotoxemias en la granja. Posiblemente, en estas reacciones tiene que ver la fisiología digestiva tan especial que tienen los conejos, con el proceso de la cecotrofia, que requiere mínimos cambios –formulación “casi” cerrada y constante– en la composición del alimento para mantener “sana y estable” la microflora de su ciego. Los conejos hacen la ingesta de alimento primordialmente en los momentos de cambio de luz, en concreto durante el amanecer y al anochecer.
De aquí que el ciclo de formación de cagarrutas, la verdadera defecación, o la de cecotrofos, que es base de su forma doble de nutrirse, sea regular en los conejos silvestres y, en cambio, no está tan fijado en los animales de granja. Este es el origen de la medida de no dejar vacíos los comederos durante la tarde y la noche. No solo es la ingesta de alimento, sino también la de agua, donde pueden ocurrir alteraciones, de estar ésta demasiado fría, o caliente en exceso.
Pude comprobar, en explotaciones cunícolas que presentaban un elevado porcentaje de casos de canibalismo en postparto, que se reducían las bajas al mínimo, con solo el hecho de calorifugar o aislar el depósito del agua, así como las conducciones. Algo muy sencillo de realizar y prevenir.
B. LOCALIZACIÓN
Los conejos son territoriales y a la vez gregarios, característica que mantienen muy exageradamente los conejos silvestres marcando “su” territorio, pero que no pueden ejercer los domésticos. En realidad, no se lo permitimos al tenerlos confinados.
El conejo tiene sistemas de “marcas” con tres tipos de feromonas:
- Feromonas del mentón, que señalan la propiedad de lugares y de individuos
- Feromonas cerca de los órganos sexuales
- Feromonas incluidas en los orines.
- Los machos en libertad delimitan “su” territorio, expulsando violentamente a los otros machos de posible competencia.
Al ponerlos en jaula son más irritables y excitables ante cualquier hecho anómalo, como ruidos, luces, olores, etc, y más si las jaulas donde se ubican son pequeñas (3000 cm2 frente a las habituales hoy de 3600 cm2 o más).
El macho, cuando monta a una coneja la marca en el dorso con las feromonas del mentón y las del aparato sexual. Si llevamos esta coneja a una segunda cubrición con otro macho, este suele oler a su “rival” y rechazarla y, algunos, incluso se muestran agresivos y luchan contra ella. No ocurre siempre, pero sí en un porcentaje lo suficientemente importante para prevenirlo en el manejo. Por supuesto, esto no ocurre en la fertilización artificial. En ciertas hembras, una nueva ubicación del nidal o una nueva forma del mismo pueden ser causa de reacciones adversas, en las cuales algunas llegan a no formar el nido, a no arrancarse su pelo o, incluso, pueden abandonar la camada.
Por su vida en grupos y por su natural timidez, a los conejos no les gusta ser vistos, lo que logran con su mimetismo y su rapidez (los conejos de monte), y mediante el golpe al suelo, como aviso a los demás del grupo.
C. AGONISTICO
Los conejos silvestres son mucho más agresivos de lo que aparenta su dulce aspecto. Tanto los machos, que tienen frecuentes peleas, como las hembras. Al conocer la influencia que tiene la transmisión de los caracteres paternos ante lo numeroso de las camadas, en las luchas sociales llegan a castrar al competidor, como detalló Mykytowycz. Su sistema de lucha es a base de grandes saltos y empujones, algo que no pueden hacer adecuadamente en jaulas de poca altura y estando solos.
D. SEXUAL
El comportamiento sexual de los conejos, es asimismo original y complejo. Tienen ovulación inducida y aceptan al macho en buena parte de su ciclo sexual existiendo una gran relación entre la organización social y la reproducción.
En los conejos silvestres suelen encontrarse varios machos con un número doble de hembras conviviendo en grupos variables dependiendo siempre de la oferta alimentaria, pero es el macho dominante el que habitualmente se reproduce con la coneja dominante y con las otras. Los machos segundones solo pueden oler y mirar, como es habitual en la naturaleza. Solo en ocasiones se altera el orden de dominancia, que no parece ir sujeta a la genética. De aquí la importancia de la Etología y del estudio de programas de manejo que hagan cambios de grupo mínimos. Al tener las principales actividades, incluso las sexuales, en momentos de cambio de luz, los conejos y especialmente las hembras, notan perfectamente los cambios nictemerales de la duración de la luz solar, lo que les advierte de las estaciones y la “decisión” de reducir la reproducción ante la llegada del invierno.
En las instalaciones solucionamos estos cambios naturales manteniendo la misma duración de luz dentro de la instalación, aportando con luces extra el periodo de iluminación diario. En los conejos domésticos se hace imprescindible mantener una duración de la iluminación, entre natural y artificial, a lo largo del año, coincidiendo con el máximo que tienen en el área donde se ubica la granja, en el solsticio de verano.
Normalmente, y para asegurarlo, conviene dejar regulado por un reloj (temporizador) su activación y desactivación diaria, dejando un período de iluminación de:
- 16 horas en el norte de España
- 15 horas en el sur de España.
- 14 horas en la Comunidad de las Islas Canarias.
Lo más de exacto posible, pues llegan a notar cambios de solo unos pocos minutos de diferencia a la semana. El apagado y encendido, en cuando haya luz solar, puede hacerse manualmente.
E. PROTECCIÓN PATERNAL
Los conejos son originales también en esto. Los animales nidícolas y nidófilos tienen los hijos poco desarrollados al nacer, y los pequeños deben ser alimentados constantemente; tienen formas de solicitarlo. En los conejos, al contrario, el amamantamiento es cíclico y, en pocos minutos, reciben suficiente cantidad de una leche muy concentrada. La petición de alimentación de los gazapos en sus primeros días de vida es nula.
Los padres y, en el caso de los de granja, la madre, no les da protección alguna, ni les cuida ni les presta atención. No pueden transportarlos, ni limpiarlos, ni les enseñan. O sea…. nada!´
El olor de las feromonas en ubre, y en la leche, es el que dirige a los gazapos a su fuente de alimento, que a su vez les transmite el olor individual y forma el olor del grupo. La preparación del nido por parte de la coneja, formado con partes vegetales y entremezclado con el pelo que se arrancan poco antes del parto, es la única y suficiente protección. El nido es por tanto un elemento de gran importancia en el éxito de una explotación cunícola:
El continente, así como el material con el que está construido, aislamiento, nivel de luminosidad, evitar corrientes de aire, etc.
En el contenido, que es el verdadero nido, debemos asegurarles una alta calidad del material, higiene, estructura y textura, olor, ausencia de polvo, etc.
F. ELIMINATIVO
Los cazadores conocen perfectamente el hábito de los conejos de monte de eliminar en sitios concretos, ya que mantienen la madriguera siempre limpia.
En los enjaulados, el aspecto eliminativo queda reducido a la limpieza corporal lógica de todos los mamíferos y, aunque no pueden coordinar la expulsión de orines y excrementos fuera de su “hogar”, suelen localizarlo en zonas concretas.
El diseño de los materiales debe tener en cuenta esta situación, no sea que el sitio que crean más adecuado sea dentro del nido, o del comedero…
G. IMITATIVO
Aunque, como ya hemos citado, los gazapos reciben una mínima enseñanza materna, entre hermanos hay un comportamiento imitativo importante y aquí es donde entran las necesidades lúdicas o de aprendizaje de toda la cría.
Es importante para estimular el consumo y el crecimiento, que los gazapos se encuentren en grupos de más de dos animales como pude comprobar en una experiencia propia.En el estudio se compararon diversos grupos de gazapos donde los animales se dividieron en:
Animales ubicados en jaulas individuales
Animales ubicados en jaulas por parejas
- 4 animales por jaula
- 6 animales por jaula
El control duró desde el momento del destete hasta los dos kg de peso vivo y cada animal disponía del mismo espacio de comedero y espacio vital.
El resultado fue que consumieron y crecieron más los gazapos que estaban en grupos de más de dos animales, es decir, en las jaulas con 4 y 6 animales.
Datos importantes para que aprendan a hallar el bebedero y a beber, y nosotros podamos decidir la colocación óptima del bebedero, y de que tipo.
El defecto de pica, o tricofagia (arrancarse el pelo unos a otros) se agrava por imitación, aunque posiblemente haya otros orígenes que no estén relacionados con este factor. Algunos, como comprobé en un estudio propio, pueden ser efecto de
- Hacinamiento
- Exceso de temperatura
- Falta de higiene
- Falta de espacio en comedero o bebedero
- Alimentación
- Reacciones varias
- Inicio de dermatofitosis (tiña)
- Corrientes de aire
- Diferenciación social.
- Hay que estudiar cada caso antes de intentar corregirlo.
H. EXPLORATIVO
Factor de suma importancia en los silvestres, ya que de ello depende el hallar comida o el evitar a los depredadores, pero es casi nulo en los domésticos.
De todas formas, la exploración que supone el cambio de jaula, o los comederos y/o bebederos distintos, de existir en los programas de manejo en banda u otros, habría que hacer los mínimos cambios, ya que podría ser un factor de estrés.
También ocurre lo contrario, pues la falta de novedad y nada que explorar, les causa aburrimiento, que es el origen de muchos casos de tricofagia propia o hacia conejos vecinos e, incluso, de canibalismo en casos extremos.