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Pasteurella, una bacteria que sigue en la brecha

Escrito por: F. xavier Mora

Pasteurella multocida es una de las bacterias que afecta al tracto respiratorio del conejo y que más frecuentemente asociamos a patologías respiratorias aunque, en ocasiones, puede colonizar el tracto digestivo y producir septicemias en los conejos.

Durante la última década parecía que la incidencia de esta bacteria estaba disminuyendo en su grado y presentación de las granjas cunícolas, disminuyendo notablemente su presencia y afectación.

Sin embargo y, posiblemente debido a los efectos colaterales del uso responsable de antibióticos, está resurgiendo con fuerza en un número cada vez mayor de instalaciones cunícolas con efecto claro sobre la tasa de mortalidad en el periodo de engorde y irregularidad de las características de las canales.

Estos efectos son difíciles de enfrontar debido a que los tratamientos terapéuticos que se realizan en el periodo de cebo cuando se diagnostica el proceso infeccioso solo consiguen detener el problema y encauzar la mortalidad, pero los animales afectados ya tienen una parte de las vías respiratorias afectadas y esto repercutirá de forma negativa en el posterior desarrollo de los animales afectados que crecerán con mayor lentitud y un aumento del consumo de pienso.

Las vías de entrada de Pasteurella multocida son variadas, pero siempre muy tradicionales. No hay que buscar causas de contagio raras o enrevesadas:

Hemos de tener claro que es una bacteria ubicua, es decir, se encuentra en todos los sitios, y forma parte de la flora habitual de los animales muy frecuentemente. Por tanto NO es necesario que exista una entrada desde el exterior de esta bacteria para que se desencadene un proceso infeccioso. Aunque en menor grado, afecta con gran frecuencia en roedores, perros y gatos y en mucho menor grado a humanos, lo que podría indicar un posible reservorio en perros y gatos de la explotación, aunque todo parece indicar que existen una gran especificidad en la bacteria a determinados huéspedes y no es tan sencillo como pudiera parecer el paso interespecies del patógeno. No así con los roedores que si podrían considerarse como un riesgo sanitario para nuestros animales por su efecto reservorio en las granjas.

Hay que tener muy claro que Pasteurella suele comportarse como un patógeno oportunista casi siempre al inicio del proceso y, a partir de la mucosa respiratoria colonizada, invadir los tejidos causando cuadros de neumonía con o sin presencia de formaciones purulentas.  En el conejo hay que tener en cuenta, a diferencia de otras especies, es muy frecuente su presencia en vías respiratorias altas, presentando cuadros de rinitis y otitis muy visibles y fácilmente detectables. Existe una presentación muy agresiva con cepas septicémicas que afectan a la cavidad abdominal y que cursan con gran violencia principalmente en los periodos más fríos de invierno o en los golpes de calor.

En la presentación más frecuente que encontramos en nuestras granjas, nos enfrentamos a cepas con alta transmisión entre animales, mortalidades medias pero gran desequilibrio en el crecimiento de los gazapos. Cuando se envían muestras a laboratorio para determinar la mejor pauta de tratamiento, nos llevamos a menudo una gran sorpresa:

Ello es debido principalmente a que NO nos enfrentamos a una bacteria superpatógena, sino a una bacteria patógena oportunista que está aprovechando una debilidad en nuestra instalación afectando gravemente a los animales y que a pesar de la ayuda de los antibióticos no es suficiente para controlarla. Otra de las situaciones que muy frecuentemente encontramos es debido a la pauta terapéutica que no tiene en cuenta el posible origen del problema y trata a los animales afectados sin precisar la causa favorecedora del proceso.

En los resultados de laboratorio son:

Los antibióticos que mayor sensibilidad presentan las cepas aisladas, por lo que la ventana de tratamientos es generalmente amplia y no existen graves problemas de resistencias bacterianas en cunicultura.

Si es tan sensible frecuentemente a los antibióticos, ¿Por qué cuesta tanto de controlar?

Básicamente:

Es importante señalar que de los 5 tipos capsulares generalmente descritos en cunicultura:

Resaltar también su posible participación en un proceso que va ganando presencia y que afecta a gazapos de pocos días de vida hasta los 18 días de vida, en los que se aprecian

Su presencia en análisis laboratoriales parece aleatoria, seguramente por la dificultad de extraer muestras y enviarlas adecuadamente.

Es necesario buscar detenidamente la causa origen del problema o como mínimo la causa predisponente que proporciona ese empuje a la bacteria para que crezca y desarrolle de forma agresiva. Muchas son las causas y a menudo les identificamos tarde:

Corrientes de aire

Es una de las causas más frecuentes que afectan a los animales en las instalaciones. Afecta tanto a instalaciones en diseño aire libre, en las que están demasiado desprotegidos los animales, como en granjas de control ambiental en el que no se han diseñado adecuadamente teniendo en cuenta que son conejos y se han realizado cálculos y diseños estandarizados para otras especies animales que si pueden moverse por el suelo, como son granjas de broilers por ejemplo.

Diseños o soluciones de ventilación indescifrables

Por desgracia no es infrecuente ver una instalación en la que se han invertido un montón de recursos económicos y que hay un desmadre en el control ambiental que altera gravemente el estado sanitario de los animales:

 

HUMEDAD

Ya sea humedad ambiental o humedad en la fosa. Ambas son unos potentes inmunosupresores de las vías respiratorias.

Extracción de estiércol

Es uno de los momentos más críticos en toda granja y que tiene consecuencias gravísimas. Siempre se aconseja hacerlo sin presencia de animales si es posible.

La liberación de gases nocivos en este momento es muy elevada y produce agresiones en las mucosas respiratorias que favorecen sobremanera el crecimiento de bacterias y, como no, de pasteurella.

Es una situación compleja porque además se liberan multitud de virus y bacterias dormidas y que al removerlas resurgen con gran capacidad infectiva y en presencia de animales expuestos por la agresión ambiental.

Temperatura inadecuada

Cuando los animales se encuentran por debajo de los 15oC de media y además las variaciones de temperatura día-noche superan los 8oC, el sistema inmune se colapsa y favorece el crecimiento de gérmenes oportunistas.

Desinfecciones excesivas

Las desinfecciones ambientales son beneficiosas para controlar la presencia de gérmenes patógenos en el ambiente, pero desinfecciones muy concentradas o con frecuencias excesivas (3-4 veces al día) tienen un efecto contrario.

Además siempre hay que tener en cuenta si la línea genética utilizada es la adecuada para la instalación y que las jaulas y instalaciones están diseñadas para las líneas de mejora genética actuales. Las producciones están aumentando y a menudo las instalaciones se quedan cortas o se sitúan a un límite productivo inestable.

Como ya hemos dicho anteriormente, la Pasteurella puede pervivir durante 15 a 20 días en el suelo y jaulas, provocando que un vacío sanitario, para ser efectivo, tendría que ser superior a este periodo Habitualmente esto no es posible, por lo que nos hemos de asegurar que el proceso de limpieza y desinfección deben ser adecuados.

Los tratamientos terapéuticos para controlar la enfermedad, deben acompañarse con una inspección en maternidad y reposición a fondo, ya que a menudo, o casi siempre, el proceso se inicia en el periodo de maternidad y el gazapo ya se desteta con una carga bacteriana elevada que incidirá en el periodo de engorde.

En estos casos los tratamientos deben acompañarse si es necesario con controles en maternidad y, incluso, tiene resultados a medio plazo más rentables si se tratan las reproductoras.

Aunque estas no presenten síntomas claros del proceso, si a la inspección se observan niveles altos de presencia de reproductoras con sospechas, el tratamiento se debe considerar en global para toda la instalación, ya que de lo contrario estaremos continuadamente tratando lotes de engorde y no eliminaremos el problema.

Los tratamientos no se deben considerar siempre como tratamientos con antibióticos exclusivamente, sino que es aconsejable acompañar con productos que intervienen en la mejora del proceso respiratorio y que permiten aumentar las defensas locales, como son:

La eficacia de los tratamientos aumenta considerablemente en estos casos potenciando la actividad terapéutica de los antibióticos y contribuye de esta forma al uso racional de antibióticos ya que disminuye en global el uso de estos para tratar los problemas ya que aumenta su eficacia.

Nunca se puede menospreciar la posibilidad de utilizar autovacunas, entre otras cosas porque no existen vacunas comerciales.

Su efectividad no se puede valorar en resultados a corto plazo, sino en medio o largo plazo y es adecuado ir realizando analíticas cada 6 meses para actualizar las autovacunas con las cepas nuevas que van apareciendo en la instalación.

El uso de autovacunas es muy eficaz si el programa vacunal está bien realizado y si las cepas están actualizadas, sin embargo, a menudo, existen grandes fracasos en su uso debido fundamentalmente a una falta de búsqueda de la causa inicial que desarrolla el problema, ya que la vacuna no puede hacer frente a graves errores de manejo o ambientales que provoquen la aparición del proceso.

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