Es evidente que la presencia de portadores asintomáticos es una estrategia de estos agentes patógenos para poder mantener su potencial de transmisión dentro de la especie en un nicho concreto como puede ser en nuestro caso una granja cunícola.
La presencia de estos animales portadores de las enfermedades, al ejercer continuamente de focos de transmisión, necesitan ser eliminados de la instalación para poder erradicar la enfermedad.
Y éste es el principal escollo con el que se debe lidiar, que somos incapaces en general de identificarlos.
Al permanecer en la instalación son origen de nuevos episodios infecciosos, en ocasiones continuados, ya en forma crónica o aguda, o dilatados en el tiempo.
UN PORTADOR ASINTOMÁTICO
Un animal (o grupo de animales) que llevan en su organismo um agente infeccioso (puede ser virus, bacteria, hongo, etc) patógeno para la especie, pero que en el individuo en concreto no le provoca ningún síntoma del proceso infeccioso y no le afecta por tanto, pero si que mediante el contacto con otros animales les transmite este agente infeccioso actuando como foco de transmisión del proceso en la granja o en el medio natural
Tenemos el ejemplo de la tiña, en el que podemos estar periodos largos de tiempo en el que no se aprecia ningún caso, pero en un momento determinado y con unos condicionantes puede resurgir de forma inesperada y con una fuerte afectación en nuestra explotación sin haber realizado ningún cambio en el manejo preventivo.
Enfermedades que utilizan portadores asintomáticos con mayor frecuencia:
PRUEBA
En una prueba que realizamos para confirmar lo que ya se había comprobado en producción de cerdos pero haciéndolo para conejos, el destete se repartía en dos naves y en una se mantenían los saldos hasta que tuvieran el peso y en la otra se vendían todos en el momento determinado para la venta y se eliminaban los saldos.
Esto se realizo durante 4 lotes ya que no fue posible alargarlo más tiempo y resaltar que los animales provenian de la misma nave de maternidad. Anteriormente esta explotación mantenía los saldos hasta su peso de venta junto a los nuevos destetados y el engorde tiene como principal problema infeccioso la enterocolitis del conejo, que sin ser de unos niveles alarmantes de mortalidad si eran suficientemente altos para ser molestos.
A lo largo del tiempo se apreció claramente que los parámetros productivos tendían a mejorar sin ser estos muy evidentes entre cada lote, pero si comparando desde el primero a l último.
La mortalidad fue mejorando lentamente apreciándose algo más de 2 puntos entre los lotes en el último lote así como el peso de venta, pero donde más se visualizó la mejoría es en el número de saldos presentes a final del periodo.
Como es lógico en la nave donde se mantenía el anterior manejo el porcentaje de saldos, peso a la venta y mortalidad siguió en un nivel mantenido, sin grandes cambios.
En la nave donde se procedía a eliminar los saldos donde la mejora se evidenciaba en cada lote, con una marcada disminución de animales afectados debido a la ausencia de animales que dispersaban la enfermedad. En los siguientes lotes se continuo trabajando en este diseño, incluiendo una revisión en el destete donde se procedía a eliminar los animales sospechosos de estar incubando o ser portadores del proceso, con una mejora de los resultados importante.
¿CÓMO DETECTAR A LOS ANIMALES PORTADORES ASINTOMÁTICOS?
Es francamente difícil localizar estos animales, pero no debemos desesperar, debemos proceder a anotar cualquier anomalía.
Estas anomalías dependerán de cada proceso en particular y a ello debemos prestar la atención debida.
Habitualmente los animales que estén en contacto con el portador son con mayor frecuencia los que enfermerán.
Si estos están en el engorde, simplemente hay que actuar con la realización de vacíos sanitarios. Es decir, no debemos «salvar» o «dejar saldos» de un lote determinado.
Incluso si sospechamos de un lote, es preferible no dejar futuras reproductoras de ese lote en concreto y enviarlo todo al matadero sin excepción, realizando un vacío sanitario a conciencia del local.
Estos saldos que pueden trasladarse para darles mas tiempo para que crezcan, son un riesgo, ya que habitualmente se ubican al lado de animales de un nuevo lote con menor edad y por tanto con mayor susceptibilidad de enfermar.
Sin embargo no siempre es fácil identificar los portadores. Un saldo a final de periodo (lactación o engorde) es fácil de identificar, pues la diferencia es evidente, pero a menudo son muchos que no se pueden apreciar visualmente. Es el caso de la mixomatosis.
BACTERIAS Y HONGOS
En procesos bacterianos como la colibacilosis o en fúngicos como la tiña no siempre es tan sencillo de retratar a las reproductoras portadoras.
Se debe a que al realizar adopciones el proceso puede originarse en la madre donadora o en la receptora, siendo dificil de decidir, auque la necesidad de hacer el seguimiento permite en un plazo medio el poder identificar correctamente y proceder a eliminar a la reproductora.
Especial interés tiene el control de las futuras reproductoras, ya que serán las posible portadoras del futuro, de forma que su revisión y seguimiento a lo largo del proceso es importante.
La diferencia entre un portador asintomático y un animal enfermo es sólo en los síntomas
VIRUS
Si una reproductora tiene una camada que mayoritariamente enferma de mixomatosis, la sospecha debe recaer en ella y por ello se debe proceder a marcarla y seguir su historial.
En la mixomatosis si se observa que frecuentemente, aunque no en su totalidad, cuando hay presencia de reproductoras incubando el virus o como portadoras de él, al vacunar con vacunas homólogas a los pocos días hay una reacción y aparecen de forma brusca, inesperada en ocasiones, estas reproductores evidenciando su condición de portadoras del virus campo
Esta reacción se debe a la utilización y aplicación de vacunas vivas en animales portadores del virus, que no se da en vacunas inactivadas como la de la RHVD.
En determinadas condiciones y bajo sospecha de la presencia de gran número de portadoras, se decide provocar esta reacción y eliminarlas de un plumazo de la instalación. Es una técnica que conlleva un gran riesgo pero que puede ser valorada en determinadas condiciones.