Instalación y equipos

Aislamiento térmico en construcciones de las granjas cunícolas

aislamiento térmico
Escrito por Oriol

Uno de los sesgos más importantes que tenemos en el control ambiental de los conejos es el hecho de que la principal sonda térmica somos los cunicultores y veterinarios. Al no tener pelo como la mayoría de mamíferos, y en nuestro caso los conejos, tenemos tendencia a ser más sensibles al frío que al calor.

En cambio, los conejos, que tienen una buena mata de pelo, padecen mucho más el exceso de calor que el frío, lo que puede conllevar mayores riesgos.

La gran ventaja que tenemos es que el principal recurso para luchar contra el calor sirve exactamente para el frío. Me refiero a la calorifugación o aislamiento térmico de la instalación. Tenemos la suerte que la variabilidad entre animales presente en una granja, es, en general mínima, ya que no tenemos animales híbridos de gran producción mezclados con razas peleteras como REX o Gigantes de España. Por tanto, las diferencias son únicamente por la edad de los animales.

aislamiento térmicoPor otro lado, los conejos, al estar circunscritos a un espacio determinado como es la jaula, no pueden distribuirse buscando la ubicación óptima de la nave, por ello, es importante que el ambiente sea homogéneo por toda la nave.[registrados]

TEMPERATURA ÓPTIMA

Lo primero es definir cuál es la temperatura óptima en la que los conejos tienen un confort ambiental. Generalmente definimos tres momentos vitales:

  1. Alrededor del parto y hasta los 10 días post parto.
  2. El resto de periodo de maternidad.
  3. El periodo de cebo.
  • En el periodo alrededor del parto y hasta los diez días posteriores (para facilitar la situación lo acotamos hasta la siguiente inseminación), la temperatura de confort se ubica generalmente en torno los 20 a 22 oC.
  • Es un momento en que la temperatura puede afectar a la viabilidad de los gazapos recién nacidos que deben mantener la temperatura corporal alrededor de los 35-36 oC, normalmente gracias al material aislante del nidal, como la viruta, la paja o la borra de lana.
  • Si la temperatura de la nave desciende por debajo de los 16 oC, el material aislante debe de ser de calidad y mantenerse seco. La humedad de los orines hace que varíe la temperatura del nidal, por ello debe cambiarse a ser posible a los primeros signos de humedad.
  • Si la temperatura de la nave supera los 26 oC el material aislante debe disminuirse, pero siempre siendo conscientes que deben evitarse variaciones a lo largo del día, pues una disminución de 10 oC entre el día y la noche es factible, y en estas ocasiones el nidal se encuentra desprotegido pudiendo afectar la normal evolución de los gazapos, haciéndolos susceptibles a enfermedad.

aislamiento térmicoPor ello, en las instalaciones con frecuentes diferencias de temperatura a lo largo del día, es importante el poder aportar una fuente de calor que mantenga las temperaturas dentro del límite de lo razonable y sobre todo controle la humedad.

La combinación frío-humedad alta es muy agresiva para todos los animales en general, tanto reproductores como cebo. En gazapos lactantes, la humedad afecta a la capacidad de aislamiento del material del nidal y los expone a pérdidas de temperatura corporales con los consecuentes riesgos sanitarios.

Está más que comprobado que esta combinación aumenta notablemente la mortalidad directamente en el periodo de lactación y posteriormente en el de cebo.

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  • Por ello, en zonas donde la combinación frío-humedad alta se combina con frecuencia, debe disponerse de sistemas de calefacción eficaces y a ser posible regulados con sonda, para minimizar las fluctuaciones.
  • Una de las medidas para evitar el frío es evitar que la temperatura interior se escape, es decir, difunda al exterior perdiendo por tanto esos grados que pueden significar una diferencia vital.
  • El aislamiento de la nave depende totalmente de los materiales utilizados en la construcción y una mala inversión inicial puede afectar durante el resto de la vida útil de la instalación. Por eso, debe medirse con cuidado dónde hay que invertir dinero y dónde es más superfluo.

Hay que analizar dónde encontramos las posibles pérdidas de calor en una instalación:

  1. Suelo.
  2. Techo.
  3. Paredes Laterales.

SUELO

Es importante tener en cuenta que no es lo mismo para todas las producciones animales, ya que por ejemplo el suelo de momento no tiene mucha importancia en cunicultura, debido a que los conejos no se encuentran sobre el suelo.

Sin embargo, en avicultura de carne y porcino si que tienen mucha importancia y, dependiendo de cómo evolucione, el cebo en cunicultura si se realiza en el suelo en grandes parques.

De momento no hay previsiones en corto de que pueda darse esta situación, pero habrá que estar atentos en los próximos años.

El suelo, si se encuentra debidamente hecho, no tiene por tanto mayor importancia en cunicultura, pero sí que lo tiene la altura de la fosa de estiércol.

ESTIÉRCOL

En los sistemas de extracción diarios de estiércol es necesario disponer de una buena ventilación, lo que conlleva una extracción de aire del interior que debe renovarse y que por tanto debe calentarse.

En los sistemas de fosa profunda o poco profunda, pero que se retira cada 60 días o más, el estiércol, siempre y cuando no esté húmedo y por tanto nos genere gases nocivos para el ambiente, aporta unos grados de calor a la instalación y un sistema de absorción de humedades que disminuye los efectos del frío y de la humedad.

A cambio cuando se retira el estiércol debe poderse ventilar adecuadamente y se recomienda que no haya animales presentes.

TECHO

El componente estructural, en las instalaciones cunícolas más importantes, es el techo, que es donde tienen lugar los intercambios de temperatura más elevados, tanto en épocas frías como en cálidas.

aislamiento térmicoNo por ello son los únicos en edificios de obra y el panel sándwich o la fibra de vidrio en instalaciones prefabricadas metálicas o de túnel.

Ambos sistemas son correctos siempre y cuando nos aseguremos del grosor que se dispone y, aunque parezca de Perogrullo, asegurarse que no se instala mojado o en lluvia. Conozco varios casos de instalar la fibra de vidrio totalmente mojada y su capacidad de aislante térmico es frustrante.

El doble techo es un recurso muy eficaz, pero debe protegerse adecuadamente de la entrada de roedores, pues pueden hacer de este espacio su escondite con el consiguiente riesgo sanitario y estructural.

Aquí es donde debemos invertir para asegurarnos el máximo aislamiento térmico que además debemos asegurarnos que sean resistentes a las inclemencias y al paso del tiempo.

Actualmente, y por normativas legales, debemos asegurarnos de que sean incombustibles, no sean tóxicos, no produzcan alergias, etc. De lo contrario la inversión podría suponer un riesgo de toxicidad para los trabajadores de la granja.

Podemos encontrar una amplia gama de materiales, pero generalmente el panel sándwich y el doble techo son a efectos prácticos los más habituales.

También hay que asegurarse que sean espacios estancos, pues de lo contrario su capacidad de aislamiento térmico disminuye notablemente.

Otro factor que nos puede ayudar es la altura de la nave, pues con naves altas el ambiente conserva mejor la temperatura y sus alteraciones son más lentas.

Del mismo modo, una de las malas prácticas es suponer que este espacio extra que nos brinda la altura de la nave nos permite disminuir el nivel de aislamiento térmico del techo.

En estos casos lo que acostumbra a suceder, es que el coste de refrigerar o de calentar aumenta ostensiblemente. Por ello, en lugar de un ahorro tenemos un aumento de los costes de funcionamiento de la instalación.

PAREDES LATERALES

Las paredes también deben aislarse adecuadamente, teniendo en cuenta que su intercambio de temperatura con el exterior es notablemente inferior que el techo. El aislamiento térmico puede ser de menor grosor, pero siempre evitando llegar al extremo de no aislar adecuadamente.

Como norma de cálculo, pero siempre dependiendo del técnico que confirme según la instalación y orientación de la nave, el aislamiento térmico de las paredes suele ser un 30% inferior en grosor al del techo.

En el momento de diseñar una nave también hay que tener en cuenta la orientación solar y las corrientes de aire insidiosas locales.

aislamiento térmicoLa pared que da al sol debe protegerse con mayor aislamiento térmico o poner pantallas que eviten la insolación, como por ejemplo los árboles que den sombra o la malla de sombreo dispuestas como protección cual sistema de doble cámara en las paredes. Ello nos evitará la insolación directa y disminuirá la temperatura en la pared.

En las zonas con corrientes de aire exteriores excesivas hay que proteger la pared y sobre todo las ventanas. En caso que las hubiera entrarían en la instalación alterando a los animales, las corrientes de aire poniendo muy nerviosos a los animales, y provocando alteraciones rápidas de la temperatura del aire con la pérdida del confort ambiental.[/registrados]

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Oriol

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