La administración prolongada del pienso de retirada es la causa posible del problema
El lote se destetó con una mortalidad del 7,8% y durante las cuatro primeras semanas de engorde se contabilizaba una mortalidad del 4,8% acumulada sin que se apreciase ningún síntoma de enfermedad grave o proceso infecto contagioso de gravedad en los animales.
Como en los últimos 3 lotes la mortalidad en periodo de cebo no había sido superior al 6% en ninguno de ellos, se decidió para ahorrar costes administrar pienso de retirada a los 42 días de vida hasta la venta, que se había establecido a los 64 días de vida, pero que debido a las situaciones del mercado el matadero retrasó en 8 días.
A los 65 días de vida empezaron a aparecer en una de las naves bajas en los animales de engorde que se incrementaron exponencialmente: 15 / 26 / 38 / 54 / 74 y 81, momento que se procedió a la venta de todos los animales que estaban sanos, quedando 485 animales afectados en la nave que procedieron a tratarse.
El tratamiento consistió en administrar un pienso con bacitracina de Zinc y diclazuril durante 5 días remitiendo el proceso de forma rápida
La sintomatología era totalmente de carácter digestivo en los animales afectados y presentaron a la necropsia multitud de signos clínicos relacionados con coccidia y clostridiosis en segundo término que se vio confirmada por el laboratorio de diagnóstico.
La causa del proceso fue con toda probabilidad la administración tan larga de pienso de retirada que hizo posible la aparición de una coccidiosis clínica que afectó a los animales y que en algunos de ellos desencadenó en una enterotoxemia súbita en los animales, como siempre, con más crecimiento.
El sistema de naves independientes junto con las medidas de bioseguridad diseñadas y aplicadas entre naves permitió que el problema se circunscribiese a una sola nave sin que la otra fuese afectada por el proceso en el mismo periodo.
Pie de foto: Enteritis causada por una posible coccidiosis clínica