El uso de antibióticos en la producción animal se contempla cada vez más como un recurso de última frontera, es decir, cuando ya no sabemos que hacer para controlar un proceso infectocontagioso.
No cabe duda de que el uso de antibióticos en los últimos años ha sido un recurso fácil de lucha contra los agentes patógenos y que sin duda esta utilización “fácil” ha generado más resistencias a los antibióticos en las bacterias.
Las líneas de trabajo actuales para el control de los procesos infecciosos en los animales abarcan un gran número de productos diferentes como son los probióticos, prebióticos, ácidos orgánicos, enzimas, extractos de plantas y aceites esenciales por ejemplo, así como una serie de cambios en las formulaciones de los piensos administrados para mejorar la digestibilidad y disminuir los riesgos predisponentes a los que podríamos afectar a los animales.
...