31/08/2016
Patología

La colibacilosis en el gazapo lactante

colibacilosis del gazapo lactante
Escrito por Xavi Mora

Las bacterias productoras de colibacilosis son, en general, muy especializadas en determinadas especies -los serotipos patógenos de colibacilosis son propios de cada especie y no son transmisibles entre especies diferentes- y dentro de las ellas en las diferentes fases de la vida.

Así encontramos cepas de E.coli que en la práctica sólo afectan a gazapos lactantes y otras cepas que actúan sobre los no lactantes -en general las llamamos de engorde o adultos-. En el periodo situado entre los 25 y 35 días de vida tiene lugar la transición de unas cepas a otras coincidiendo con el cambio de alimentación de los gazapos que disminuyen progresivamente el consumo de leche y aumentan el de pienso

E. coli es una bacteria gram-negativa que se encuentra asociada a problemas digestivos en cunicultura de forma predominante en la etapa de lactación. Además se asocia también con la Enterocolitis en el gazapo de engorde.

No es, como puede ocurrir en otras especies, una bacteria común en el aparato digestivo de los conejos, sino que su presencia generalmente se considera como potencialmente patógena. Ya sean cepas especialmente patógenas o cepas con poco o nulo potencial patógeno, en ambos casos pueden participar, ya sea directa o indirecta, en los procesos digestivos.

Una de las características de esta bacteria que la hace especialmente agresiva es su capacidad de fermentar la lactosa (presente en la leche), su gran capacidad de movilidad que le permite desplazarse fácilmente por el agua de las tuberías y su capacidad de adherirse a la mucosa intestinal

MECANISMO DE ACCIÓN

Su mecanismo de actuación es bien conocido aunque debido a su facilidad en asociarse con otros agentes patógenos nos encontramos con cuadros muy diferenciados. E. coli actúa sobre un grupo de células del intestino principalmente, conocidas como células de lieberkun alterándolas y provocando que estas no absorban los electrolitos y nutrientes normales. (interesante para la maquetación corte histológico de células intestinales) .

La acción la realiza una compleja toxina que tiene en la pared bacteriana y que interactúa con los receptores de las células de la mucosa intestinal. En función de la capacidad patogénica de la cepa, estará la gravedad del proceso, es decir dependerá de la cantidad y toxicidad de la cepa bacteriana. Aún así, se observan que cepas enteropatógenas necesitan un cierto nivel de abundancia para desarrollar la enfermedad.

colibacilarUna de las características de las colibacilosis de lactantes, sobre todo cuando afectan a gazapos entre 3 y 12 días de vida, es la rápida difusión del proceso en la granja. Se puede observar cómo el proceso digestivo se desarrolla afectando a nuevos casos alrededor del núcleo inicial de nidales afectados.

Este proceso puede alcanzar niveles dramáticos de mortalidad, pero a menudo se implanta de forma crónica apareciendo sistemáticamente en cada parto, “la espada de Damocles” de cada granja. Esta cronificación del proceso es a menudo estacional reapareciendo en situaciones de temperatura extremas como son los veranos o inviernos, después de épocas en que prácticamente estaban desaparecidos.

La instauración de la cronificación se asienta en las reproductoras primíparas y en menor grado en las conejas reproductoras de hasta el tercer parto. Posteriormente disminuye la incidencia en partos posteriores, no siendo hasta el 8º parto donde reaparece en reproductoras que ya están en fases finales productivas

Es muy habituaL quE Los nidos afEctados sufran un nivEL dE mortaLidad cErcano aL 100% dE Los gazapos dEL nido. Todo parece indicar que en los gazapos lactantes el estómago tiene un contenido con pH neutro que favorece la entrada y diseminación de esta bacteria en el intestino. A esto debemos añadirle la falta de competencia bacteriana saprófita que compita por los recursos energéticos, en este caso la leche materna.

Los nidos afectados por la colibacilosis del lactante pueden llegar a sufrir un 100% de mortalidad de sus gazapos 

En estos casos es evidente que el efecto de las defensas que la reproductora transfiere durante el ultimo tercio de la gestación al gazapo, así como las defensas que tanto el calostro como la leche aportan son de vital importancia en el control de esta enfermedad. En el día a día ya se observa que las conejas sanas difícilmente repiten el proceso en sus gazapos en partos siguientes, siendo en el primer parto donde la incidencia es especialmente alta.

Transmisión de la enfermedad, vectores y reservorios

En la transmisión juega un papel importante el cunicultor que manipula los nidales afectados, pues se contamina la piel o guantes utilizados durante la rutina diaria y es uno de los vectores más importantes del proceso en la granja. Los materiales reutilizados o el intercambio de gazapos también tienen un rol de gran importancia en la dispersión de la enfermedad.

Los depredadores, perros, gatos y demás oportunistas como roedores comensales, que no desechan nunca un gazapito muerto son otro vehículo de contagio y sobretodo de reservorio en la instalación.

Además está perfectamente estudiado que los colibacilos como E.coli pueden permanecer infectivos durante muchas semanas en el estiércol, alargando el riesgo de contagio durante periodos largos. cuando se procede a retirar el estiércol de debajo de las jaulas es otro momento crítico que se acompaña de una distribución generalizada de las bacterias.

Por ese motivo siempre es recomendable en el vacío sanitario primero proceder a extraer el estiércol y después limpiar las jaulas y equipamientos, pasando posteriormente a la desinfección de la instalación.

Este orden es básico, ya que al limpiar es habitual hacerlo con agua a presión que al incidir esta agua en el estiércol levanta y pulveriza por la instalación restos orgánicos procedentes de la basura de debajo de las jaulas, expandiendo las bacterias por el interior de la nave y obligando luego a que los desinfectantes tengan un mayor trabajo a realizar.

E. coli se encuentra localizado en el tubo digestivo principalmente y se puede encontrar de forma masiva en todas las superficies de los equipos de la instalación, como son las varillas de las jaulas, comederos, nidales, paredes de las jaulas, bebederos y pueden con gran facilidad introducirse en las tuberías a partir de los bebederos.

Sintomatología

La sintomatología del proceso es muy característica, apareciendo los famosos gazapos rallados o “cebras” en los nidales en las primeras fases de vida y cuando empiezan a desarrollar el pelo la diarrea se circunscribe a la zona perianal. La diarrea es amarillenta debido a que lógicamente sólo ingieren leche

Este cambio en la coloración de la diarrea nos indica el tipo de ingesta que predomina en los animales, oscureciéndose a medida que ingieren más porcentaje de pienso y menos de leche materna. Los animales afectados de los primeros 10 días de vida se enfrían y generalmente aparecen en los laterales de los nidales aislados. Las medicaciones generales no son especialmente eficaces ya que necesitamos que el antibiótico pase por la leche de la madre y alcance el gazapo, una auténtica proeza para antibióticos de digestivo.

Cuando el proceso afecta a gazapos de más edad, alrededor de los 30 días de vida, ésta se aprecia más amarillo parduzca e incluso empieza a hacerse negruzca.

La prevención de vital importancia

La prevención tiene una importancia muy elevada en el control dela colibacilosis, que de otra forma se extiende por la instalación con mayor o menor velocidad y afectación. Debido a esto, es importante identificar aquellas reproductoras cuyos gazapos han padecido el proceso y agruparlas para los partos siguientes, aunque es poco habitual que vuelvan a estar infectadas. Por otro lado, es de vital importancia la preparación a conciencia de las futuras reproductoras. Individualizándolas desde las 11 semanas y controlando la ración diaria, administrando pienso específico de reposición o controlando la ración diaria.

  • Además, debemos identificar los grupos de riesgo -como son las camadas de reproductoras de los dos primeros partos y viejas- agrupándolos para su mejor control pero claramente apartadas de las reproductoras del primer grupo (reproductoras que han tenido algún caso en su historia) para evitar contagio en animales susceptibles.
  • Manteniendo un equilibrio en la entrada de reproductoras jóvenes disminuimos la probabilidad de sufrir colibacilosis puesto que un exceso de animales jóvenes o viejos implica un mayor riesgo para el proceso.
  • Aplicando polvos antisépticos sobre los gazapos directamente al nacer y repetir a los 6-7 días de vida como medida preventiva. Estos polvos antisépticos ayudan a crear un ambiente no propicio para el desarrollo de las bacterias en la superficie del nido, que es donde habitan durante días los gazapos.

A menudo es necesario cambiar totalmente el material del nido por otro nuevo para higienizar los gazapos. administración de antibióticos en los animales de riesgo desde el parto, ya sea mediante depósito de agua o directamente al bebedero con enrofloxacina u otro antibiótico que pueda alcanzar a los gazapos lactantes y tenga actividad directa en el contenido digestivo de la reproductora para evitar el contagio.

Cuando hay historial de cronificación de un proceso colibacilar en lactantes y siempre que la temperatura no descienda demasiado, se puede realizar la aplicación preventiva mediante pulverización directa por encima de los gazapos lactantes de enroflaxacina para detener el contagio.

Este sistema tiene la ventaja que la utilización del antibiótico es directo en el momento crítico y no es necesario tratar animales adultos, sino simplemente los animales susceptibles de ser infectados, pero no es recomendable en instalaciones frías o con corrientes de aire elevadas ya que afectan a los gazapos que quedan evidentemente mojados.

En procesos especialmente insidiosos o con cepas altamente enteropatógenas es recomendable la utilización de autovacunas que se aplican a las reproductoras de forma preventiva. como en los procesos recidivantes el nivel de contagio de las reproductoras es muy elevado aunque no se manifieste por ser relativamente inmunes, la aplicación de la autovacuna produce una limpieza general en ellas y por tanto no se transmite a los gazapos lactantes.

Habitualmente en estos casos se realizan dos aplicaciones separadas 21 días entre ellas y simplemente programando la aplicación de la vacuna en el programa de vacunación de la reposición que van entrando en la rueda productiva ya se controla eficazmente el proceso.

invesa

 

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