El uso de antibióticos en veterinaria empieza a ser una carrera de obstáculos para entender correctamente que se puede utilizar, cuando se puede utilizar, con que condiciones se pueden utilizar y sus recomendaciones de uso. Ello es debido sin ninguna duda a la falta de control que existía durante muchos años y de su abuso que se dio en situaciones concretas por intereses económicos, que como siempre se justificaban comercialmente o con unas presiones a nivel de campo fuertes.
Además, hay que sumar el elevadísimo coste que supone el desarrollar nuevos antibióticos, ya sean en humana o veterinaria, así como las pruebas con un coste inasumible y el largo periodo de tiempo que tardan en ocasiones para validar los registros las administraciones.