Todo el sector se encuentra navegando en una serie de encrucijadas sin embargo, si lo miramos fríamente, no dejan de ser matices que visualizan un sector ganadero con vitalidad, ganas de continuar y futuro.
Son muchos los temas que asustan, pero se discuten, comentan, informan y sobre todo son fuente de opiniones en amplios foros y no precisamente en exclusividad, sino que toda la cadena productiva está implicada y activa: Desmedicalización, bienestar, comercialización, cotizaciones, etc.
Mucho se ha hablado de ello durante el año en diversos eventos, jornadas, grupos de trabajo y siempre la conclusión es la misma: no podemos hacer nada y estamos en las manos de… podemos poner el nombre que queramos.
El sector cunícola a nivel europeo está sufriendo una fuerte crisis, no solo en España y Portugal.
No es fácil encontrar soluciones globales en un mercado donde la oferta y la demanda no tiene una balanza adecuada para una sobrevaloración de nuestro producto.
Estos son temas que pueden vigorizar el producto que ofrecemos, presentando al consumidor no solo una carne sana, sino también saludable y éste es uno de los principales retos del sector para el próximo año que si se encara de forma adecuada podrían suponer una revitalización económica.
La realidad es la que marca el consumidor y a ello debemos atenernos y movernos por tanto en ese ámbito.
Sin grandes pretensiones el próximo 2017 se aventura como un año que pudiera ser mejor que este que finaliza, aunque tampoco es tan difícil viendo el listón de los últimos años, donde tanto el sector productivo como el comercializador han vivido momentos difíciles.
Debemos ser capaces de tomar decisiones de conjunto entre los agentes implicados en el sector y aprovechar las experiencias de ambos.
Si el sector ha sido capaz de presionar para que se registren vacunas en un tiempo record tiene sin ningún género de duda la capacidad de buscar soluciones y afrontar los nuevos retos sin ningún miedo, incluso aprovechando para invertir la tendencia actual.
