Un conocido restaurante de la Región de Murcia ha sido clausurado, tras la detección de un matadero clandestino en el sótano del propio establecimiento. El expediente abierto por las autoridades supone una multa que puede ir desde los 5.001 hasta los 20.000 €, al tratarse de una infracción muy grave, al haberse encontrado cerca de una decena de irregularidades.
Jesús Carrasco, jefe del servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Consejería de Salud, ha comunicado que tras recibir el aviso por un particular, los agentes del Seprona de la Guardia Civil acudió para realizar una inspección. Al intentar acceder al local, se les bloqueó el paso para proceder a matar al centenar de conejos que tenían almacenados. Ante esta situación, y al haberse detectado más de una decena de infracciones, se ha abierto un expediente sancionador por infracción muy grave, con el cese de la actividad ilegal que se estaba desarrollando, así como la inmovilización de la carne por incumplimiento de los requisitos sanitarios establecidos para la tenencia y sacrificio de estos animales. A pesar de este expediente sancionador, el establecimiento permanecerá abierto, solo habiendo cesado la actividad del matadero ilegal.
Entre las infracciones detectadas, las más graves son:
- La operación clandestina del local.
- Ausencia de las condiciones higiénicas exigidas.
- Falta de acreditación del origen de los animales.
- Ausencia de cámaras frigoríficas para el almacenamiento de la carne.
- Atentar contra el Bienestar Animal, al no aplicarse medidas para evitar el sufrimiento de los animales sacrificados.
- Ausencia de un veterinario en el momento del sacrificio.
En un país en el que la Seguridad Alimentaria está sujeta a una normativa estricta y una vigilancia sanitaria exhaustiva, la detección de este tipo de casos sorprende por su gravedad. Supone una pérdida de confianza del consumidor en los sistemas de vigilancia, y pone de manifiesto que el sistema funciona pero no es perfecta.
Es esencial contar con la colaboración de todas las partes implicadas para evitar que, por las malas prácticas de unos pocos, se manche la buena reputación de un sector como el de la cunicultura, que ya de por sí está sufriendo el de una fuerte crisis de precios.
Fuente: www.laopiniondemurcia.es
