Comienzo de año con pocas novedades respecto a otros como ya viene siendo habitual. La resaca del año pasado, con cotización media por encima de 1,90 euros/kg, no se está percibiendo positivamente por una parte del sector, debido al aumento de patologías crónicas de origen vírico y bacteriano relacionadas, con seguridad, por el proceso de desmedicalización o uso racional de antibióticos en el que ha estado inmerso de forma importante el sector.
Mientras que parte del sector identifica esta cotización como buena, hay otra parte importante que la identifica como insuficiente para mantener la vitalidad del mismo que, de forma progresiva, va perdiendo cuota de mercado y consumo, con las consecuencias que derivan de ello.
Las semanas de navidad, fin de año y primera del nuevo año no fueron semanas en las que haya habido alegrías en la [registrados]venta, en parte por la mala disposición de los festivos; aunque ya vienen siendo habituales estas circunstancias cada año. Las ventas siguieron los pronósticos, acumulándose animales en las granjas.
Durante los meses de enero y febrero, las ventas han seguido su curso normal con un equilibrio precario entre oferta y demanda que, sin ser muy claro, ha permitido ventas fluidas, pero no fáciles en general.
Muchos comentarios se han oído sobre la concentración de ventas hacia el final de semana, con unos inicios donde los mataderos tenían sensaciones muy pesimistas, que luego se normalizaban a medida que avanzaba.
Como no podía ser de otra forma, el coronavirus chino también ha afectado al conejo, faltaría más, y la exportación de pieles de conejo, que mayoritariamente se destina a China, se ha visto reducida, de momento, a la mínima expresión y, como consecuencia, la cotización de estas pieles ha caído hasta el punto de que, en numerosos casos, suerte que se las llevan.
Esto significa una pérdida de ingresos importantes de alrededor 20-30 cts por piel, que los mataderos dedicaban casi exclusivamente a pagar primas a los cunicultores para asegurar la recogida y incentivar al sector económicamente.
Por ello, las primas se han puesto en entredicho, pues los mataderos no tienen margen ni capacidad de abonar los 10-15 cts de prima por kg en la actualidad, y posiblemente hasta que se normalice la cotización de la piel, no se podrán volver a implantar.
Las previsiones de producción son estables pese a tormentas como “Gloria”, u otras que posiblemente acabaran afectando España. De momento, algunas instalaciones están gravemente afectadas, con casos de hundimiento de techos por exceso de nevadas durante el temporal.
El caballo de troya sigue siendo la disminución del consumo, que automáticamente se traduce en una disminución de la demanda, con las consecuentes tensiones que se generan en el sector. Quizás habría que resaltar unas quejas que he recibido de grandes superficies sobre la calidad de las canales que se suministran, y que incentivan poco al consumo, refiriéndose explícitamente a la cantidad de piernas rotas, restos de pelos e irregularidad en los pesos de las canales. Probablemente se deba, ya que fue durante las primeras semanas del año, a la acumulación de canales en granjas y mataderos.
A nivel general no se esperan unos meses muy movidos, sino una línea continua con ligera tendencia ascendente si no hay novedades como más cierres de mataderos, circunstancia que desde inicio de año se planteaba como un factor importante a tener en cuenta y que ya ha empezado a sentirse.
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