Esto no tendría más comentarios si no fuera por la situación que estamos viviendo con los márgenes tan ajustados (por no decir otra cosa) y en la que el pesimismo reina por gran parte de nuestra cunicultura. El optimismo por hacer bien las cosas se aprecia desde la primera frase con que te recibe hasta la última y que rezuma ilusión para realizar el trabajo de cada día.
Alejandro es el gerente de SERGA SL, una empresa dedicada a ofrecer servicios genéticos a las granjas de conejos a través de semen y animales, ya sean abuelas o F1, de la red UPV. Dispone de un centro de inseminación y granja de selección y multiplicación en la población valenciana de aras de los olmos, una tranquila y agrícola población del interior con apenas 400 habitantes.
Hace pocos meses, en octubre del 2014 inaguró una nueva nave en su centro de selección y multiplicación con el objetivo de poder trabajar con más eficiencia y poder garantizar un mejor producto a la venta.
La instalación consta actualmente de la nave original y de la ampliación dos naves más adosadas cada una con la capacidad de 660 partos por banda. Esta instalación tiene así tres naves de idénticas características que permite trabajar a un ritmo reproductivo de 25 días postparto.
“Debemos obtener animales lo más sanos posibles, aunque sea a costa de una menor producción por coneja y año”
El sistema 25 días o intervalo 56 días entre partos, consigue que la reproductora tenga una producción teórica del 26% inferior al intervalo 42 días. sin embargo el estado sanitario de las reproductoras es incontestable y los gazapos salen con una vitalidad, homogeneidad y nivel inmunitario sin comparación, asegurando en cierto modo el alto nivel del animal en su vida reproductiva.
A pesar de las ventajas de este sistema, en las instalaciones que tenía alejandro, a menudo se encontraba que los vacíos sanitarios no se realizaban de forma completa o con periodos de tiempo demasiado justos. Frente a esta situación que a largo plazo tiene su importancia por el microbismo que poco a poco se va implantando en las instalaciones cunícolas, alejandro se decidió de ampliar y poder trabajar cómodamente en tres naves totalmente independientes.
De este modo asegura que puede realizar vacíos sanitarios incluso superiores a los 5 días y no tiene que ir con prisas, sino que puede programar perfectamente los tiempos y realizar los vacíos sanitarios de forma correcta. En muchas instalaciones se comete este error y en los vacíos sanitarios quedan los 40 ó 50 animales retrasados, pues posteriormente se habrán de volver a traer.
Este es el gran error que se comete en estos sistemas, donde precisamente son estos animales retrasados, los más peligrosos, no únicamente porque no permiten cortar el microbismo, sino que encima son los que han sufrido infecciones subclínicas o problemas en el crecimiento que puede transmitirse a la futura banda, aumentando por tanto los procesos de forma significativa a lo Largo de las bandas.
Alejandro trabaja con dos bandas de maternidad y una de cebo en las instalaciones, en donde cada banda tiene su núcleo de selección y de multiplicación para las dos líneas maternales que trabaja, la LP (longevo-productiva o también conocida como línea azul) y la H (hiperprolífica o blanca) las cuales funcionan conjuntamente en la nave pero que físicamente cada una se encuentra ubicada en un tren de jaulas diferente para evitar errores.
La nueva instalación es una nave de 14 metros de ancho y 63 metros de largo que está partida por la mitad generando por tanto dos naves de 7 metros de ancho por los mismos 63 metros de largo.
En el diseño se aprecian una serie de detalles. Las jaulas de doble piso para la reposición o parto de emergencia arriba y como desahogo en las bandas de cebo que de otra forma tendrían que estar apretados en las jaulas de maternidad.
En el inicio de la nave se observa una sala-corredor de unos tres metros de ancho en donde se precalienta o refrigera dependiendo de las necesidades. Este corredor está separado de la nave por una malla “tipo tul” difusora que permite la entrada homogénea del aire sin corrientes ni perturbaciones. La calefacción en este corredor se realiza mediante un cañón de gas propano que se conecta o desconecta mediante enganches rápidos.
En el interior de la nave encontramos otro cañón de gas que tendría funciones de apoyo cuando el primero no pueda garantizar una temperatura mínima en el interior de la nave. Toda la instalación de gas de la nave es fija y con enganches rápidos y se encuentra conectada a un gran depósito de gas propano situado en el exterior.
Gracias a este sistema puede garantizar temperaturas mínimas en invierno de 18oC y el panel humidificador situado en la entrada de aire a este corredor llimita la temperatura máxima a 26oC en verano.
LLama la atención el gran control ambiental de la nave y la enorme complejidad, pero a la vez sencillez, de trabajo del ordenador que realiza el control ambiental. se nota que hablamos de un equipo pensado para y por la cunicultura, en este caso realizado por el bioingeniero angel Rey.
Las naves disponen de tres ventiladores, 2 de 12.000 m3 y uno de 40.000 m3. Conforme aumentan las necesidades se regula su potencia, entrando el siguiente cuando uno ya está a su máxima potencia y únicamente actuando el tercer y mayor ventilador cuando las necesidades de refrigeración lo piden. Los ventiladores se van activando uno a uno dependiendo de las necesidades, un sistema muy rentable y funcional.
El ordenador realiza las siguientes funciones:
- Racionamiento del pienso, variando diariamente con la edad, peso teórico que puede corregirse manualmente, tipo de pienso, temperatura de la nave.
- Fotoperiodo. controla los días que deben aumentar el periodo de luz, básicamente alrededor de la inseminación, ahorrando energía en el resto del ciclo.
- Ventilación, que además trabaja con dos programas preestablecidos, de verano o invierno, teniendo en cuenta las variables atmosféricas, donde en invierno prima la adecuada renovación de aire para los animales y en verano añade el necesario control de temperatura.
Todo ello de forma automática. al calcular cada día el peso teórico de los animales, puede regular las necesidades de ventilación, renovando el aire que realmente es necesario en cada momento, ahorrando energía ya que habitualmente se regula no por los animales presentes sino por la temperatura, y por tanto podemos encontrar situaciones de exceso de renovación o falta de ella con los problemas consecuentes en los animales.
Es evidente que los ventiladores funcionan con variadores de frecuencia y además no entran todos a la vez, sino que su entrada es secuencial dependiendo de la necesidad acorde al estado y edad de los animales.
- Refrigeración. Que además no solo conecta o desconecta los paneles humidificadores frontales, sino que dependiendo de la temperatura va aportando más o menos caudal de agua jugando con la ventilación a partir de los 24ºC y hasta los 26ºCc donde ya los paneles rinden al máximo y son los extractores los que tienen que aumentar su rendimineto progresivamente para mantener la temperatura.
- Extracción de basura o estiércol. al vaciar la nave simplemente hay que dar la orden al ordenador y dependiendo de la cantidad almacenada puede modificar los parámetros de distancia de trabajo, pero a partir de aquí ya solo hay que esperar que termine.
En un sistema tan complejo -pero muy sencillo de manipular- es necesaria una pequeña supervisión diaria para controlar que todo funciona correctamente, con la ayuda de alarmas y avisos se simplifica mucho, siendo necesario revisar los gráficos que elabora el ordenador muy ocasionalmente. Uno de los errores frecuentes en sistemas tardíos o en bandas únicas es la renovación de reproductoras. En este caso, al ir con ciclos de 56 días se tiende a reponer muy pocas reproductoras y acabamos encontrando demasiadas conejas «viejas» en la granja. Para evitar esto Alejandro obliga a entrar una renovación mínima del 12% en cada ciclo asegurando así la correcta reposición a lo largo del año.
A los 47 días de vida de los gazapos se realiza el destete o, mejor dicho, el desmadre, pues es la reproductora la que se cambia de nave quedando el cebo en las jaulas donde nacieron. Uno de los apuntes más curiosos es que el periodo de lactación controlada se restringe a poco más de 5 días.
Según Alejandro, como el sistema funciona, se ha priorizado en este caso el trabajo en los fines de semana para que éstos no sean pesados. Eso si, los nidales tienen que estar como una patena el fin de semana, y al trabajar con viruta desinfectada, no sólo la presencia de los animales es mucho más limpia, sino que además permite ser más higiénico y trabajar con más simplicidad. La venta se realiza a los 70 días, ya que son animales de aptitud maternal y su ritmo de crecimiento evidentemente es lento.
Este diseño -de control ambiental y alimentación, manejo a 25 días o lactación controlada- permitía trabajar con mortalidades alrededor del 15% desde el nacimiento hasta la venta. sin embargo, al añadir los vacíos sanitarios a conciencia, esta mortalidad global de nacimiento-venta ha disminuido hasta el 8%, un resultado espectacular sin duda.
Además, este sistema permite trabajar con piensos de retirada administrados los últimos 21 días de vida, casi todo el periodo de cebo, algo inaudito y que contrasta con muchas afirmaciones que aseguran que sin medicación en el pienso se mueren los animales.
Gracias a la perfecta gestión del vacío sanitario, la mortalidad ha disminuido
En realidad el programa de alimentación que sigue es el clásico de pienso de maternidad con baja medicación, de los 35 días de vida hasta los 50 con pienso medicado con oxitetra con valnemulina, aunque va cambiando dependiendo de las necesidades. Y posteriormente con el pienso de retirada hasta la venta a los 70 días.
La instalación funciona con índices de medicalización muy bajos, ya que, al corto periodo de pienso administrado en toda la vida del gazapo, sólo hay que añadir una inyección preparto con penicilina la, desparasitaciones periódicas y el programa vacunal, que en este caso utiliza nobivac y novaarvilap para proteger de mixomatosis y vírica en sus dos variantes.
Realmente es una baja utilización de antibióticos, ya que el polvo antiséptico, el cual sí utiliza con generosidad, no es en realidad un antimicrobiano, sino un desinfectante. Aún así, a pesar de no utilizar antibióticos, dispone de dos depósitos de agua, que mediante un juego de llaves, puede administrar a cualquier línea de jaulas.
Uno de los depósitos es para agua potable normal y el otro se utiliza para realizar tratamientos, como pueden ser por ejemplo las desparasitaciones. Con este sistema puede prevenir uno de los problemas más frecuentes en medicina veterinaria a los que la cunicultura no queda exenta, la presencia de residuos de antibióticos en el depósito de agua a niveles muy bajos.
Esto es debido a medicaciones anteriores que al no vaciar y limpiar a fondo el depósito, estos residuos pueden permanecer durante un periodo corto, pero preocupante. Es importante tener en cuenta que al ser un ciclo muy rápido el del conejo, la presencia de residuos en los depósitos conlleva riesgos de residuos en la carne de los animales con el consiguiente riesgo sanitario para la salud humana.
Un detalle poco habitual es la presencia de enganches rápidos a una tubería de alta presión repartidos por la nave, útil para la limpieza a fondo en el vacío sanitario que simplemente conectando en la tubería más cercana se puede trabajar, sin tener que entrar y salir máquinas de alta presión por el interior de la nave o mangueras tan largas que son difíciles de manipular. Ya solo nos falta que el precio acompañe un poquito, solo un poquito…
Una nave diseñada para trabajar con todos los avances y detalles que aportan una mejora en la producción, una nave de ensueño