Los movimientos en el sector cunícola para adaptarse a la realidad del mercado nacional son cada vez más frecuentes, y no solo afectan a los productores, los cunicultores de a pie, sino que ya son varios los mataderos que han sufrido en sus carnes la crisis.
El último está siendo la reestructuración del uno de los mayores holdings cárnicos cunicolas, Grupo Hermi, que en los últimos meses ha decidido cerrar el matadero de Alborelle ubicado en la localidad coruñesa de Sada y la planta de despiece en Torrijos (Toledo), centralizando así todo el trabajo en la planta de Valladolid por razones administrativas y técnicas que permitan una disminución de costes y poder así afrontar la delicada situación del sector cunícola en la actualidad.
Entre las dos plantas hay alrededor de 41 trabajadores afectados que se reubicarán en la medida de lo posible a las plantas de Valladolid o Alcalá de Júcar (Albacete).
Este cierre de plantas se suman al cierre del Matadero Palau en Berga (Barcelona) y al Matadero Gregorio Lora en Daroca (Zargoza) visualizándose la situación crítica por la que pasa todo el sector
