La creciente preocupación por parte de las autoridades sanitarias, tanto a nivel europeo como mundial, en relación al aumento de las resistencias bacterianas a los diferentes antibióticos, llevó a la Comisión Europea y a sus Agencias a establecer una estrategia común para afrontar este problema.
Como consecuencia de esta preocupación, nació el Plan de Acción sobre Resistencia a los Antibióticos, cuya duración sería de cinco años en una primera fase, en el que se instauró la prohibición del uso de antibióticos en medicina veterinaria como promotores de crecimiento.
El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos, tanto en medicina humana como en veterinaria, llevó a crear el concepto de “Una sola salud”, motivada por unos datos cuando menos preocupantes:
- El 57% de los europeos no saben que los antibióticos son ineficaces frente a virus.
- El 44% desconoce que no sirven para tratar catarros y gripe.
Se calcula que en la Unión Europea se producen anualmente unas 25.000 muertes relacionadas con las resistencias bacterianas, con un coste sanitario adicional de 1,5 millones de €, y que en el año 2050 este hecho podría causar más muertes que el cáncer.
Por todo ello, se decidió impulsar medidas alternativas para la prevención y el tratamiento de las infecciones bacterianas, tanto en salud humana como en salud animal.
Los aditivos alimentarios han sido usados ampliamente en producción en el sector de la cunicultura. En particular, los antibióticos promotores de crecimiento, han tenido una posición relevante por su contribución a la mejora del crecimiento y la eficiencia de producción.