Los ciudadanos españoles han disminuido el consumo de carne fresca durante el pasado año 2018.
Según los datos del panel de consumo publicado en el Ministerio de Agricultura, se llegó a consumir 33,48 kilos de carne por persona, lo que supone una reducción del 4,2% con respecto al año 2017.
El tipo de carne más consumida a nivel nacional fue la del pollo seguida de la del cerdo y la del vacuno:
- Carne Fresca 33,48.
- Carne de pollo 12,97.
- Carne de cerdo 9,99.
- Carne de vacuno 4,90.
- Otras carnes frescas 2,81.
- Carne ovino/caprino 1,36.
- Carne de conejo 0,97.
- Carne de despojo 0,89.
Las dos Comunidades Autónomas que más carne consumieron en 2018 fueron Castilla y León y Galicia, con un consumo per cápita de más de 5,5 kg por encima de la media. También, consumen por encima de la media, aunque con mucha menos diferencia, los habitantes de Aragón, Cataluña, Valencia y Castilla-La Mancha.
El perfil consumir de carne se sitúa en personas de 50 años de edad, de clase media alta y alta, que suele estar retirado o ser un adulto independiente o una pareja sin hijos.
En 2018, los españoles compraron menos carne fresca y gastaron menos en dicha compra. Cada familia española destinó 203€ por persona a la compra de carne fresca, es decir, un 5% del gasto destinado a alimentación y bebidas y un 2% menos que el año anterior. El precio medio de la carne fue de 6.07 €/kg, registrando un aumento del 2% con respecto al año anterior.