Granja Jordan es una empresa familiar con un centro de selección integral que ofrece todos los servicios de mejora genética a medida para las diferentes granjas cunícolas ubicada en la pequeña y aragonesa población de Fabara, en Zaragoza.
Inició su andadura en el año 1980 con unas 300 reproductoras el fundador de la empresa, Jordan Villalba, uno de los pioneros de la cunicultura profesional en Aragón, cuando ese volumen de conejas ya representaba una cantidad considerable de animales pues pocas instalaciones superaban las 200 reproductoras.
Es a finales de la década de los 80 cuando se incorpora a la empresa César, el hijo de Jordan, continuando así el negocio familiar y que en el año 1992 se pone al frente de la instalación aumentando su capacidad con una instalación nueva con capacidad para 600 reproductoras y empieza en ese momento con los programas de mejora genética de la UPV convirtiendo la granja en un centro de selección.
Posteriormente, ya en el año 2003 realiza una nueva inversión de mejora para la instalación ampliando en 400 plazas de reproductoras la granja.
Añade a la empresa un centro de inseminación (1998 con 220 machos trabajando con su sala de cuarentena) específico de la genética que utilizan para su difusión y servicio al cliente así como una nave realizada específicamente para la reposición (en 2013), donde se ubican las futuras reproductoras propias y para la venta con las máximas garantías sanitarias y ambientales posibles al no estar en contacto con el engorde y poder aplicar programas específicos de control.
Actualmente trabajan en dos bandas de 800 reproductoras para poder servir animales adaptándose a las necesidades de las granjas.
Un dato curioso que no deja de prestar interés es que, para poder prestar más atención a los animales con interés genético, todos los que son desechables, machos de línea maternal, por ejemplo, son vendidos a granjas externas donde los engordan para su venta a matadero.
De esta forma los animales de interés pueden ser inspeccionados con mayor detenimiento y sin la presencia de animales que “distraigan” y ocupen espacio, tiempo y puedan aportar riesgos. Así consiguen que la concentración de animales por metro cuadrado disminuya ostensiblemente mejorando por tanto el estatus sanitario.
Desde el inicio comenzaron con las líneas de mejora de la UPV (valencianas) trabajando actualmente con las líneas:
- Verde
- Longeva
- Rosa (cárnica)
- La línea de mejora que gestiona Mº Luz García de la Universidad Miguel Hernández: Línea Parda o Color
En todas ellas están realizando actualmente la mejora genética en la propia granja y por tanto ya hace tiempo que no precisan de material nuevo proveniente de la Universidad Valenciana, evitando los riesgos sanitarios que comporta el entrar material foráneo, aunque sea de la propia Universidad.
Esto comporta también como comenta Cesar, que conocen al dedillo todas las líneas de mejora genética, pudiendo por tanto aconsejar según sean las necesidades que tenga el cunicultor.
Este es precisamente el trabajo de Adrián Gil, que se encarga de las relaciones con los clientes y que precisamente investiga como es el manejo, problemáticas, instalaciones, puntos a mejorar, etc del cunicultor.
Así, informándose de las necesidades del cunicultor, puede diseñar el programa que mejor se adapte a la instalación tanto en líneas genéticas a implantar como en la manera de aportarla a la granja, ya sea en gazapos de 1 día o 9 semanas o incluso de 18 semanas, a punto de inseminar.
Es en este formato de reproductoras a punto de inseminar donde Adrián insiste con más contundencia.
Es un sistema que permite trabajar con un vacío sanitario o para empezar una granja nueva sin tener que esperar los casi tres meses desde que llegan las futuras reproductoras.
Si la adaptación se realiza correctamente y los animales se sincronizan con la instalación, han llegado a inseminar el día siguiente del transporte con resultados muy buenos, incluso superiores a menudo a conejas que llegaron hacía meses a la instalación.
Como es obvio, remarca que en estos casos es muy desaconsejable entrar animales de diversos orígenes al mismo tiempo, pues aumentan los riesgos sanitarios.
Esta flexibilidad que permite el tener todas las líneas de mejora en la granja ha dado sus frutos sobre todo en la exportación, donde tienen presencia internacional en mercados tan competitivos como son el italiano, polaco, maltés y otros menos conocidos como Uzbekistán o Cabo Verde, ya que el envío de animales a algunos de estos países debe hacerse mediante transporte aéreo y este no es un trámite sencillo.
El esquema de trabajo que aconsejan para las granjas es el clásico de tres vías trabajando con abuela maternal y macho maternal (generalmente vía semen) para producir la F1 o híbrida en la granja que posteriormente se cruza con el macho cárnico para producir el gazapo de engorde para matadero.
Este sistema permite todas las variaciones dependiendo de la instalación: desde suministrar directamente las F1 hasta las abuelas o, en granjas muy grandes, montar una pequeña nave de multiplicación de abuelas lo que consigue siempre reducir el número de animales entrantes del exterior y adaptarse a medida de las necesidades del cunicultor.
Un ejemplo claro es en los machos. Hay centros de inseminación grandes, pequeños, particulares (de una granja en concreto)… algunos prefieren comprar los machos pero otros prefieren trabajar con un sistema de Royaltis en el que nosotros suministramos los machos necesarios para que dispongan de un número de machos operativos determinados.
Del mismo modo se pueden suministrar machos de 1 día de vida, pero lo ideal es suministrarlos con 9 semanas de vida mínimo.
¿Por qué? Pues fácil me responden. Un macho de 9 semanas hemos estado controlándolo cada semana durante el periodo de cebo y conocemos su capacidad real, por tanto podemos precisar en el momento de su venta que crecimiento promedio tiene (GMD) y por ello que se puede esperar en la descendencia.
Hay que tener en cuenta que actualmente las medidas de bioseguridad en las granjas deben de ser lo más estrictas posibles y las entradas de animales del exterior son siempre un punto crítico en los protocolos establecidos de bioseguridad.
Por ello cuantos menos animales accedan al interior de la instalación desde el exterior mejor será desde el punto de vista sanitario y, no porque puedan entrar enfermedades de la granja proveedora de los animales electos, sino porque siempre es una entrada del exterior en la que se rompen las barreras sanitarias establecidas. Es la misma situación que las visitas de las granjas, el riesgo es por el acceso a la zona “limpia” de alguien foráneo.
¿Cómo evolucionáis las líneas de mejora?
Entre la información que recoge Adrián de nuestros clientes con el seguimiento de los animales suministrados, la que recogemos de nuestra granja y sobre todo las inquietudes que oímos de los cunicultores y técnicos, trasladamos a los genetistas para que estos tengan en cuenta las necesidades futuras y puedan hacer un seguimiento más preciso de los parámetros objeto de selección. Básicamente escuchamos y anotamos.
¿Tenéis normas ISO?
Si, desde el 2012 trabajamos con la norma ISO 9001 que certifica el sistema de gestión de calidad para las actividades de Selección y multiplicación y para la Producción y venta de semen de ganado cunícola.
Cada año APPLUS realiza una auditoria para controlar que cumplimos con las normas ISO. En realidad hacemos dos auditorias externas cada año: una con APPPLUS que es la empresa certificadora de las normas ISO y otra con una auditoria privada que nos ayuda a rectificar y mejorar la gestión de la granja.
¿Alguna línea de investigación?
Hemos realizado dos proyectos CDTI de dos años de duración cada uno:
- Mejora de las líneas genéticas en cunicultura
- Creación de una nueva línea de conejo ibérico de carne y desarrollo de nuevas líneas genéticas con mejoras longevo-productivas
¿Qué productos ofrecéis?
- Animales de 1 día de vida y 9 semanas de vida son los más demandados, tanto de líneas maternales como cárnicas o híbridas.
- Los animales de 10 a 18 semanas de vida por encargo están aumentando considerablemente, ya que permite una disposición rápida de los animales.
¿Qué pautas de vacunación hacéis a los animales que se sirven?
Prácticamente hacemos a demanda, ya que hay quien nos los pide vacunados de mixomatosis homóloga, de heteróloga, de RHVD variante o clásica, con autovacunas que nos hacen llegar, siempre inactivadas por supuesto, etc.
Al tener una nave en la instalación específica para la reposición podemos prepararlas adecuadamente para la entrega con las vacunas que nos pidan.
¿Alguna otra pauta preventiva?
Se desparasitan todas durante su estancia en la nave de reposición y pasan un control semanal donde se revisan a fondo todas ellas eliminando las que muestran algún defecto que no nos gustan. Este es el principal motivo de la buena acogida de este tipo de animales, pues el porcentaje de animales que llegan al parto es elevado porque nosotros ya hemos hecho la preselección y aseguramos que solo se sirven los animales en perfecto estado.
¿Tenéis algún protocolo antes de servir animales?
Básicamente es analizar lo que realmente necesita el cunicultor y que línea puede encajar mejor en la instalación. El estado sanitario de la instalación así como el sistema de control ambiental y manejo influyen mucho en el rendimiento de las reproductoras y es importante por ello asegurarse en la medida de lo posible que acertemos en los animales que suministramos.
Disponéis de un programa de formación para los clientes. Así es en efecto. Tenemos un curso online dese el 2013 en 5 idiomas que permite la formación a distancia de los clientes nuevos en los que además pueden repasar las teorías y recordar aspectos que a menudo se hacían automáticamente sin conocer el motivo.
¿Perspectivas de futuro?
Seguir creciendo en calidad de producto y servicio a los clientes.
