Guillaume Lenoir es el responsable de la mejora genética, investigación y desarrollo de Hycole. Esta es una empresa independiente especializada en la selección de conejos desde hace más de 25 años que tiene su sede en el norte de Francia. Cuentan con una instalación para la selección con 4.000 conejas. En un radio de 150 km se encuentra la red de multiplicación, de diez granjas (8.000 conejas GP D), controlada y gestionada por Hycole. También dispone de un centro de inseminación artificial, HYCOLE CIA, ubicada en el oeste de Francia.
Hycole cuenta con presencia en el mercado internacional a través de su filial HYCOLE KFT, situada en Hungría. Esta tiene una instalación de selección y multiplicación de 3.000 conejas, junto a una red de distribuidores en España, Italia y Países Bajos. En España tienen dos distribuidores: CUNIMONT (Lleida) y BICUERCA (Valencia).
¿Cuál es el objetivo de una empresa de genética?
Crear progreso genético mediante la selección de los reproductores y propagación de este progreso a través de la multiplicación y la inseminación artificial. Hycole busca implementar un control sanitario estricto sobre todas las etapas de la selección hasta la entrega al cunicultor.
¿Qué diferencia encontramos en el manejo de una granja de selección y una de producción de carne?
El manejo de una granja de selección es similar a una de producción cárnica. De hecho, todas las explotaciones de selección y multiplicación Hycole utilizan sistemas de manejo habituales en una sola banda en todo-dentro / todo-fuera con un ciclo de 42 días. Hay dos diferencias significativas: la salud y la genética.
La prioridad para Hycole es proveer animales con alto nivel sanitario. Mantener un alto nivel de bioseguridad requiere utilizar barreras sanitarias estrictas (trajes de un solo uso, instalaciones separadas entre ellas, desinfección periódica…), hacer un control sanitario individual constante de cada animal y llevar a cabo análisis periódicos. El excelente estado de salud permite a la granja de selección en Ribecourt la Tour no utilizar piensos medicados desde hace varios años.
La segunda diferencia está relacionada con el trabajo genético directamente. El proceso de selección requiere la capacidad de conocer la genealogía de varias generaciones de los animales. Para ello, todos los animales se identifican con un tatuaje único registrado en nuestra base de datos. El trabajo de selección requiere mucho tiempo debido a la necesidad de registrar los parámetros ligados al proceso selectivo en sí: crecimiento, prolificidad, longevidad, peso al destete, número de pezones…
El proceso de selección necesita equipos específicos para el seguimiento de los resultados que no se utilizan en granjas normalmente, como son básculas de pesaje de registro automático, jaulas con capacidad para dos conejos para controlar el de forma adecuada el crecimiento y el consumo de alimentos, etc. Estos registros se incorporan a las bases de datos de Hycole con el fin de realizar la indexación con el método BLUP.
En el proceso de selección también tiene importancia la inspección regular y la clasificación de los animales según su rendimiento y estado sanitario. De hecho, más del 70 % de los animales nacidos son descartados para la selección y se envían al matadero con el fin de ofrecer únicamente la mejor genética Hycole a nuestros clientes.
El excelente estado de salud permite a la granja de selección de Ribecourt La Tour no utilizar piensos medicados desde hace varios años.
¿En qué líneas genéticas trabajo Hycole?
Tenemos dos líneas maternales: C y D, y tres líneas cárnicas: blanca, color homozigoto y mixto. Todas las líneas se seleccionan utilizando el método BLUP para selección animal.
¿Cómo se seleccionan las líneas maternales?
La línea C, que produce el macho GP C maternal, es el padre de la hembra F1 Hycole. Se selecciona en base a la fertilidad (basándose en el dato éxito o el fracaso de la IA), prolificidad y cualidades maternales (número de pezones, peso, número de conejos destetados y la homogeneidad de la camada en el destete).
La línea D produce la hembra GP D, que es la madre de la hembra F1 Hycole. Esta se ha selección por su tamaño, prolificidad y longevidad. Desde 2010 hemos incorporado una selección para mejorar el peso del conejo más ligero en el momento del nacimiento con un avance de 1g por generación, con el objetivo de mejorar el peso y la consistencia de la camada al momento de nacer. Con la selección en esta línea buscamos una hembra con una capacidad de consumo más grande y que disponga de buenas reservas corporales para mejorar su rusticidad. La hembra parental (F1) Hycole tiene un peso adulto situado entre 4.6 y 4.9 kg.
¿Y en las líneas cárnicas?
En este caso, los objetivos de selección están orientados a mejorar la eficiencia alimenticia (IC), el crecimiento, la viabilidad en el periodo de engorde y el rendimiento de la canal. En los últimos años hay una presión particular aplicada a la viabilidad en el periodo de engorde y el rendimiento de la canal. Nosotros basamos nuestra investigación en la mejora de la calidad de las canales por tomografía (imágenes médicas) en cada una de las tres líneas cárnicas adaptadas a las diferentes condiciones de producción.
¿Con qué cruzamiento trabajáis en las granjas de producción cárnica?
Por la parte femenina, producimos la hembra parental Hycole (CD) por el cruce entre la hembra GP D y el macho GP C para beneficiarse de la complementariedad de las dos líneas y el efecto de heterosis (híbrido) del cruce. Algunos criadores optan por producir en su propia granja la coneja parental, integrando un núcleo de hembras GP D en la instalación.
Por la parte masculina, tenemos tres líneas. El macho blanco, adaptado para un objetivo de ventas a los 63/64 días de vida para el mercado español con una muy buena eficiencia alimenticia; pero necesitan el control de la ración en el periodo de engorde.
El macho mixto está adaptado para una alimentación a voluntad y con más rusticidad conservando un buen potencial de crecimiento.
El macho de color homocigoto da al 100% de los conejos descendientes capas de color cuando se utiliza en una coneja blanca, tiene un buen rendimiento del crecimiento (edad de sacrificio en España 65/66 días) y es muy resistente.
Más del 70% de los animales nacidos son descartados para la selección y se envían al matadero con el fin de ofrecer únicamente la mejor genética
¿Cómo entendéis el concepto de «rusticidad» en conejos?
En Hycole entendemos por rusticidad la capacidad de los animales para mantener un alto nivel de rendimiento en las condiciones ambientales más variables. Para ello seleccionamos según la longevidad funcional de nuestras hembras, es decir, la duración de vida productiva de la hembra. Nuestra selección por la rusticidad se basa en cuatro puntos: el estado corporal de la coneja, su capacidad para recuperar la condición corporal entre el parto y la IA, su calidad sanitaria y el análisis de supervivencia. Este método permite analizar la duración de la vida productiva de las conejas integrando los factores ambientales para identificar a los animales con mayor potencial genético sobre la longevidad.
¿Cree que esta “rusticidad” es compatible con la productividad?
La productividad no se opone a la resistencia, sino todo lo contrario. Un animal que tiene la capacidad de adaptarse a las cambiantes condiciones ambientales sin manifestar problemas sanitarios mantendrá un alto nivel de producción y, por lo tanto, una mayor rentabilidad económica.
¿Cómo afectan las condiciones ambientales a la selección?
Hacemos hincapié en el concepto de resistencia, que está presente desde el inicio en el esquema de Hycole a través de la selección de las cualidades femeninas y estado sanitario de los animales.
Las condiciones ambientales suponen un problema cada vez más presente en Europa por varias razones: los programas de reducción de consumo de medicamentos tienden exponer a los animales a los cambios ambientales (patógenos, condiciones climáticas, etc.), el aumento de precios de los materias primas llevan a cambios frecuentes en la composición y calidad de los alimentos y el aumento continuo en el tamaño de las explotaciones reduce el tiempo disponible para el cunicultor por cada animal. Todos estos factores hacen necesario de una genética con animales capaces de adaptarse a las condiciones de la instalación manteniendo un alto nivel de producción.
En tiempos de crisis, ¿por qué debemos invertir en nuestra granja?
Nunca debemos olvidar que para una granja cunícola la genética no es un gasto, sino una inversión esencial para el mantenimiento de un elevado nivel de salud y el rendimiento técnico y económico. La genética es un vector de mejora del estado sanitario de los animales y, por tanto, de la reducción de los costos sanitarios. De hecho, los animales y el semen son producidos bajo condiciones sanitarias estrictas y controladas. La inversión en la genética es también una mejora de la productividad en las instalaciones, ya que el progreso de la selección es constante. Pero este trabajo se realiza en el tiempo, y es por eso que hablo de inversión. Por ejemplo, el progreso realizado por la selección en la eficiencia de la alimentación es importante para mantener la viabilidad económica de las explotaciones.
La productividad no se opone a la resistencia , un animal con capacidad de adaptarse a los cambios ambientales mantendrá un alto nivel de producción.
¿Qué aporta la genética a la mejora de los resultados productivos?
El mejor ejemplo es la evolución del comportamiento de los cunicultores que utilizan la genética Hycole en Francia. Los resultados no son en el contexto español, pero son representativos de los progresos realizados por nuestra genética.
¿Cuál es la situación de la cunicultura en Francia hoy en día?
La situación actual de los cunicultores franceses es difícil, como en otras partes de Europa, debido a la falta de rentabilidad de la producción. En Francia, es debido a la disminución del consumo de carne de conejo y al aumento de los costos de producción, en particular de los piensos. Para seguir siendo rentables, los cunicultores deben mejorar continuamente la productividad y eficiencia de sus explotaciones. Esta mejora del rendimiento debe darse invirtiendo en genética y estrechando la colaboración entre el cunicultor y el fabricante de piensos, el veterinario, la genética y el matadero. En Hycole deseamos crear la misma relación entre las diferentes partes en el mercado español para demostrar que la inversión en nuestra genética es una inversión beneficiosa para el futuro del cunicultor y para la industria del sector.